Al adoptar una mascota se está aceptando conscientemente el compromiso de que se está llevando un nuevo ser vivo al hogar, un ser que requiere atención médica, alimentación, compañía, esparcimiento, y que responderá de igual manera dando su lealtad, compañía, protección, alegría y sobre todo mucho amor.
Cada sábado, grupos independientes y otros reconocidos como protectoras se reúnen desde las 9.30 a las 15 en la intersección de peatonal Córdoba y peatonal San Martín para buscarle familia a perros y gatos abandonados. Conclusión se acercó para hablar con una de las integrantes y conocer más de cerca el trabajo que realizan.
Las adopciones en este cruce de peatonales comenzó a principios de los 90. En ese entonces el lugar lo ocupaba la protectora Sarmiento, quienes pidieron un permiso a la Municipalidad para ocupar ese espacio como centro de adopción. Después se fue sumando gente y se formaron grupos independientes.
«En 1997 empecé a venir acá a Peatonal Córdoba y San Martín. Siempre rescaté a perros de la calle y llegó un momento que no sabía a quién más ofrecerle que los adopte ni donde ubicarlos, entonces empezamos a traerlos aquí. Después del 2000, comencé a estar firme todos los sábados con gente que hace lo mismo que yo», comenzó a relatar Guillermina, integrante de un grupo independiente.
Ellos están ahí…esperando por vos, esperando con expectativa y ansiedad irse con un dueño. Los animales 
en adopción son animales que han sufrido el rechazo en alguna forma. La adopción significa para ellos la oportunidad de vida digna que en su estado de indefensión y abandono les sería negado, ya sea en la calle o en un lugar inadecuado. Por eso es tan importante adoptar un perrito o gatito, que con solo mirarlo a los ojos demuestran cuanto amor pueden dar.
Guillermina describió que fueron formando grupos que se ayudan entre todos. «Traemos animalitos rescatados de la calle y como cada una de nosotras tenemos varios en nuestras casas, tenemos que dejarlos en guarderías. Cada sábado nos reunimos en este punto de encuentro para tratar de encontrarle una familia«, aclaró.
Cuando dan un animal en adopción, lo hacen con un contrato de compromiso de por medio. Cada adoptante debe firmar, asegurando que no lo va a maltratar, que lo va a cuidar y tenerlo en buenas condiciones de salud y darle mucho amor.
Cuando se trata de un animal adulto las cuidadoras lo traen esterilizado, en cambio, si se trata de un cachorro, le piden a los adoptantes que se comprometan a hacerlo.
Respecto a la frecuencia de adopción, Guillermina sostiene que depende de la época del año: «Esta época, es difícil, la gente está pensando en las fiestas, en las vacaciones, entonces aflojan un poco las adopciones. Sin embargo hay sábados que tenemos buena racha y adoptan un montón y otros que nos cuenta mucho».
¿Qué sienten cuando un perro o gato es adoptado?
Se siente mucha satisfacción, aunque con algunos nos encariñamos mucho. Por ejemplo con Magui, que es una perrita adulta mayor que se acercó sola acá, la llevamos a esterilizar y desde entonces está en una guardería y le buscamos una familia.
Guillermina resalta nuevamente que la tarea es difícil porque deben dar correctamente con la persona adecuada para adoptar. «Muchas veces por más preguntas que les hagamos la gente miente con las direcciones por ejemplo. Por eso, tratamos muchas veces de llevar los perritos a domicilio para constatar el lugar y ver dónde va a vivir.
Verifican que quién adopta no tenga muchos otros animales, que no se pueda escapar, y hacemos preguntas 
orientarse acerca de con que adoptante estamos tratando.
Me quiero quedar con todos
El amor que brindan los animales es tan grande, que son muchas las ocasiones que las distintas voluntarias se han encariñado tanto con un determinado perro o gato que terminaron adoptándolo para sus casas.
A su vez, han tenido contacto con la familia adoptante y en otras ocasiones quienes adoptaron se unieron al grupo de las peatonales para buscarle un hogar a los animales.
Malas experiencias
Lamentablemente a Guillermina le paso reiteradas veces que constató que los adoptantes no cuidaban como corresponde al animal y tuvo que ir a rescatarlo del lugar.
«Nos ponemos de acuerdo entre tres o cuatro y nos disponemos a ir para sacarle el animal. Muchas veces nos ha pasado que gente se ha «retobado» pero lo pudimos rescatar igual», recuerda.
¿Porqué adoptar?
Adoptar una mascota no es para cualquiera. Los animales que están en adopción han vivido un abandono, y quizá una experiencia difícil o maltrato. Hay que entender que brindarles una familia, un hogar cambiará la vida de ellos y la de quien se apropie de ese perro o gato.
El animal que es adoptado es muy agradecido. Una vez que son rescatados por alguien que les va a garantizar un hogar y que los quiere, se convierten en los perros más fieles y leales, y con mil muestras de cariño te demuestran lo agradecidos que están por el acto de amor que se tuvo hacia ellos.
Adoptar es muy gratificante. El hecho de saber que ayudó a un animalito que en verdad necesitaba cariño llena el alma y él se va a encargar de recordarle con fidelidad y amor a quien lo adoptó todos los días.
Además, al escoger una nueva mascota entre tantas opciones que hay ayudará a crear un lazo especial con ella. Él sabrá que lo eligió y por eso es muy importante que si se hace, se esté consciente de la decisión desde el principio y de las responsabilidades que implica. Son seres vivos que ya han sufrido el abandono, así que no necesitan más inestabilidad, no lo podrá regresar porque para ellos quien lo adopta es su nueva familia.
