Este mediodía en el Barquito de zona Norte, Estanislao López y Av. Francia, docentes realizaron una «toma de tierras simbólica» para reclamar un plan de viviendas para el sector docente. En diálogo con Conclusión, Claudia Rivas, integrante de la Comisión de Vivienda Amsafe expresó: «Venimos luchando por este derecho que es la vivienda propia. Hemos logrado acceder a 104 viviendas pero no es la totalidad de los docentes que hoy necesitan de ella».

«La tierra es para todos y no para algunos. Donde están las torres podrían haberse utilizado para hacer viviendas para los estatales», expresó.

Desde la Comisión sostienen que «Rosario muestra un importante contraste en torno al acceso a la vivienda propia y la especulación inmobiliaria. Los complejos habitacionales que se instalaron sobre la costa del río Paraná y en los alrededores de los grandes centros comerciales –Shopping- desnudan la política habitacional de fondo; la vivienda como un bien comercial y no como derecho. De los últimos emprendimientos inmobiliarios ubicados por la zona ninguno fue destinado a sectores con dificultades en el acceso a la vivienda, sino por el contrario, a sectores de gran poder adquisitivo«.

«Los docentes estamos muy afectados por esta situación. Realizamos un relevamiento realizado por Amsafe Rosario sobre 1500 docentes y el 70 por ciento no tiene vivienda propia y alquila», detalló Rivas.

La integrante de la Comisión destinan analizó que aquellos que alquilan «destinan más del 60 por ciento del sueldo al pago del alquiler. Tomando de referencia un salario básico docente ($15.481), más de la mitad del salario se destina al pago de alquiler, impuestos y servicios, entre otros. Salario $15.481 – Alquiler $9.590 – Impuestos $3.250 (gasto promedio), da como resultado $2.641 para vivir»

Con respecto a esto, desde el gremio docente destacaron que vienen participando de la elaboración del Proyecto de Alquileres que se impulsa en la provincia de Santa Fe, donde se propone que el Estado sea el garante para que todos los trabajadores estatales que no posean garantías propietarias ni salariales, puedan acceder a un alquiler de una vivienda sin inconvenientes.
Caja negra.

«En la municipalidad hay un banco de tierras, que nadie sabe decirnos cuál es la cantidad de dinero, ni de tierras que posee este banco. Cuando se venden grandes predios para construcciones, la municipalidad lo hace a precios irrisorios y no hay ninguna información sobre la cantidad de tierra que puede ser destinada a la construcción de complejos de vivienda; más que un banco de tierras es una caja negra», enfatizaron.