Para la mayoría de los celíacos, cuando reciben el diagnóstico, no hay mucho por celebrar. Lo primero es el shock: muchas de las cosas que comían no las van a poder comer más, al menos preparadas con trigo, avena, centeno, cebada. El famoso TACC o, mejor dicho, el “sin TACC” que garantiza que un alimento sea apto.

Después, viene un aprendizaje: cómo cocinar sin trigo, cuya harina se usa para casi todas las masas. Por ello, este martes tuvo lugar un taller de pastelería sin gluten en el Mercado del Patio. La actividad estuvo a cargo de Emanuel Conti, emprendedor de la Economía Social, y director del proyecto «Delicias del confitero».

Conclusión estuvo en el lugar