El río no para de bajar y su caudal preocupa no solo a los buques mercantes, sino también a quienes trabajan, viven de sus frutos y a la comunidad en su mayoría.

La situación es alarmante. Este lunes al mediodía, la altura del río en Rosario llegó a 0.18 metros en la zona portuaria, es decir, la medición se encuentra a un centímetro de la mínima registrada históricamente, hace más de 50 años.

A pesar de que de la pandemia y las restricciones, desde Prefectura Naval argentina advierten algunos cuidados que hay que tener y marcan una proyección de alrededor de seis meses para que el río vuelva a los estándares normales.

 

El responsable de la Prefectura en Rosario, prefecto principal Aldo Tomas Monzón habló con Conclusión sobre este tema que ha encendido una alarma en la comunidad en general sobre el bien más preciado que tenemos los seres humanos: el agua.

El prefecto principal explicó que «estamos travesando la corriente de la Niña, que es un fenómeno climático que se da en algunos sectores de la tierra, donde produce lluvias abundantes o sequias. En nuestro caso es una sequía extrema que venimos padeciendo desde el año pasado desde el mes de febrero. Ahora se ha acentuado, porque justamente, tanto la sequía como la falta de lluvia, inciden en el cauce del río Paraná».

 

Sobre las consecuencias que esta bajante puede arrastrar en las diversas actividades del río Paraná, Monzón argumentó: «Las consecuencias son numerosas para la fauna y la flora y hay que extremar los cuidados en zonas próximas a la costa, tanto en el sector continental como en la zona de islas que hace días atrás se han visto desmoronamientos. Entonces, hay que extremar los cuidados a la hora de acercarse a esos lugares».

 

En relación a los buques mercantes, el jefe de la Prefectura explicó que «por el momento no tenemos ninguna situación en cuanto a la navegación porque se mantiene el dragado suficiente. Lo que si juegan un poco los buques a la hora de transportar carga con los calados. En una situación normal estaban saliendo por el puerto de Rosario con un calado de 10.50 y hoy por hoy tuvo que verse reducido a 9.10, 9.15 aproximadamente para no tener dificultades».

 

Para Monzón la situación es extrema al día de hoy: «No hay perspectiva de mejora con respecto a la bajante. De hecho estamos por los niveles de la máxima bajante de 1944 y la tendencia es preocupante. Estamos en una situación de bajante extraordinaria que pasaría a ser tildada de significativa».

El prefecto principal añadió: «En los próximos seis meses se estima que va a seguir siendo esta la tendencia. Sumados a los efectos climáticos. Y los efectos de la actividad del hombre».

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En relación a la sequia y las posibilidades de foco de incendios que puedan existir, el responsable de Prefectura en Rosario concluyó: «Se potencia en cierta medida. Estamos en invierno. No se soportan temperaturas altas. Pero no deja de ser una situación para cuidarse. Nosotros estamos potenciando nuestras patrullas jurisdiccionales ese tema también, ver que no haya gente con algún elemento que pueda provocar un incendio y también se está articulando con las agencias estatales el cuidado de la isla en la prevención del fuego».