Tres soldados turcos murieron «accidentalmente» y 11 resultaron heridos el jueves en un ataque de la aviación rusa en el norte de Siria, donde ambos países coordinan bombardeos contra yihadistas tras oponerse durante mucho tiempo sobre el tema.

El presidente ruso, Vladimir Putin, presentó su pésame ante su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, detalló el comunicado. Ambos mandatarios decidieron «reforzar la coordinación» tras el incidente, explicó por su parte la presidencia rusa.

Según el texto, la aviación rusa planeaba atacar objetivos del grupo yihadista Estado islámico «pero tres de nuestros soldados cayeron como mártires cuando fue atacado un edificio donde nuestras unidades habían tomado posición».

«La coordinación militar será reforzada en el marco de la operación en Siria contra los combatientes del Estado islámico y las organizaciones extremistas», indicó el Kremlin en un comunicado.

Durante mucho tiempo opuestos sobre el asunto sirio, especialmente en torno a la suerte del presidente sirio Bashar al Asad, Turquía y Rusia decidieron recientemente coordinar sus acciones contra el EI en ese país.

El general Valéri Guerassimov, jefe de estado mayor del ejército ruso, se entrevistó con su homólogo turco Hulusi Akar, según el ministerio ruso de la Defensa.

«Los responsables de estado mayor convinieron reforzar la coordinación de sus acciones comunes, así como el intercambio de información sobre la situación en el terreno», indicó el ministerio de la Defensa en un comunicado.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, indicó por su parte que la falla del ataque se debió a que ambos ejércitos «no se pusieron de acuerdo sobre las coordenadas de los objetivos» en Al-Bab.

Turquía y Rusia actuaron juntos en varias ocasiones en ataques aéreos contra el EI en Al-Bab, tras haber firmado el 12 de enero un acuerdo que especifica los mecanismos para «coordinar» sus ataques contra «objetivos terroristas».