Más de 75.000 empleados del proveedor de servicios de salud Kaiser Permanente iniciaron este miércoles una de las mayores huelgas del sector en la historia reciente de Estados Unidos, tras no conseguir acuerdo en una disputa en torno a los salarios y tercerización de tareas, entre otros asuntos.

El paro arrancó en puntos del estado de Virginia y en el Distrito de Columbia y se espera que durante el día se extienda a la costa oeste, donde está la mayor parte de la fuerza laboral de la compañía.

La Coalición de Sindicatos de Kaiser Permanente, que representa a los sindicatos locales, había prometido el mes pasado que sería «la mayor huelga de trabajadores de la salud en la historia de Estados Unidos» y amenazó con hacer más huelgas en noviembre «si Kaiser continúa cometiendo prácticas laborales injustas».

El sindicato pide aumentos salariales en todos los niveles y protección contra la tercerización y la subcontratación de mano de obra, entre otras exigencias, según declaraciones recientes de la coalición.

En un comunicado, Kaiser Permanente dijo que sus centros médicos operarían durante los tres días de huelga.

«Estamos decepcionados de que algunos sindicatos convocaran a empleados a participar en huelgas laborales», dijo la empresa en un comunicado en su sitio web.

La firma dijo que implementó planes de contingencia, pero advirtió a los clientes que habrá tiempos de espera «más extensos de lo habitual».

«Nuestros centros médicos permanecerán abiertos durante la huelga y contarán con nuestros médicos, directores y personal capacitado y experimentado», agregó.