Sigue la tensión en Seúl, donde la destitución de la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, desató una serie de protestas en las que al menos tres personas murieron y varias fueron detenidas en las últimas 24 horas.

La máxima instancia judicial del país autorizó el jueves la decisión aprobada por el Parlamento el pasado diciembre de destituir a la conservadora presidenta por su vinculación con una sonada trama de corrupción, que ha generado una honda indignación en la sociedad surcoreana.

Miles de manifestantes a favor y en contra de la decisión volvieron a concentrarse en el centro de la capital rodeados de un fuerte despliegue policial que les impedía acercarse a menos de dos kilómetros, informó la agencia EFE.

La policía detuvo a cuatro seguidores de Park, luego de un enfrentamiento violento en el que los manifestantes arrojaron piedras a la policía, que salió a reprimir la protesta, según la agencia de noticias de Corea del Sur, Yonhap.

Las fuerzas de seguridad confirmaron además que una tercera persona falleció hoy tras resultar herida ayer durante las protestas.

El tercer fallecido, que fue identificado como un hombre de 74 años, murió en un hospital de Seúl a primera hora de la mañana después de haber sido ingresado inconsciente el día anterior tras participar en un enfrentamiento con la policía durante una manifestación.

Los otros dos fallecidos son dos hombres de 60 y 72 años.

La fiscalía considera a Park sospechosa de confabularse con su amiga Choi Soon-sil, conocida como la «Rasputina», para extorsionar a grandes empresas.

Tras su destitución, Corea del Sur está obligada a celebrar elecciones presidenciales en un plazo inferior a 60 días, lapso durante el cual el ex primer ministro Hwang Kyo-ahn seguirá ejerciendo como presidente en funciones.