La Cámara de Industria y Comercio Alemana (DIHK), pequeñas y medianas empresas (pymes) y otras asociaciones empresariales exigieron este sábado al Gobierno alemán medidas que estimulen la economía.

«Hace casi un año, el Gobierno federal decidió la llamada moratoria de las cargas fiscales; desde entonces, sin embargo, las cargas que soportan las empresas son mucho mayores», indicó el presidente de la DIHK, Peter Adrian.

Según el empresario, «Berlín y Bruselas imponen constantemente más obligaciones, requisitos y restricciones; necesitamos un claro cambio de rumbo en este sentido: sobre todo, más celeridad en los proyectos de planificación e inversión».

Por su parte, la Fundación de Empresas Familiares presentó un plan con diez puntos para mejorar la competitividad empresarial alemana.

«Hay que detener la desindustrialización y la deslocalización de empresas que ya está en marcha», apuntó la entidad y añadió que la iniciativa busca detener la sobrerregulación de la Unión Europea (UE) y reducir la burocracia.

La entidad abogó por la reducción del impuesto de sociedades y la ampliación de la compensación de pérdidas; exigió seguridad de suministro y planificación para la protección del clima; y defendió la reducción de los costes laborales, el aumento de la productividad y el alivio de la carga administrativa.

También la asociación que agrupa a las pequeñas y medianas empresas (pymes) alemanas percibe una situación económica cada vez más tensa y solicitó al Gobierno un «reinicio político» que propicie un impulso económico.

En un reciente sondeo, 62% de las pymes encuestadas calificó la situación de difícil; más de 25% de las compañías definió la situación como muy mala; casi la mitad de las empresas encuestadas dijo no querer contratar nuevo personal en los próximos doce meses: más del 7% está pensando en suprimir puestos de trabajo.

Esta cadena de reacciones se produce tras los recientes datos que muestran que el producto interior bruto (PIB) alemán se estancó en el segundo trimestre de este año tras otros dos trimestres con caídas del crecimiento, lo que sitúa a Alemania en recesión técnica.

La próxima semana habrá una reunión del Gabinete gubernamental a puerta cerrada, en la que podría aprobarse un paquete de medidas de estímulo económico.

Sin embargo, la propuesta del ministro de Economía, Robert Habeck, de Los Verdes, de subvencionar el precio de la electricidad a la industria es vista con escepticismo por el Partido Socialdemócrata (SPD) del canciller Olaf Scholz y rechazada por el tercera formación integrante de la coalición gubernamental, el Partido Liberal (FDP).