LUNES, 02 DE DIC

Netanyahu se encamina a un quinto mandato como primer ministro

Con el 97% de los votos ya escrutados, los números muestran que el partido oficialista Likud y un pequeño grupo de propuestas de derecha, reunidos en coalición, obtendrían alrededor de 65 bancas en el parlamento (de un total de 120).

Benjamin Netanyahu se encamina esta mañana hacia un quinto mandato como Primer Ministro de Israel, luego de un escrutinio casi completo que lo deja en posición de formar un nuevo Gobierno.

Esta eventual victoria, a pesar de las acusaciones de corrupción en su contra, le permitirían convertirse a fines de este año en el Primer Ministro con más tiempo en el poder en la historia del estado de Israel, superando al legendario David Ben Gurion.

De acuerdo con las proyecciones, su partido Likud debería obtener en estas elecciones aproximadamente el mismo número de escaños (35) que su principal adversario, el partido Azul y Blanco, del exmilitar Benny Gantz.

Pero con el 97% de los votos ya escrutados, los números muestran que Likud y un pequeño grupo de partidos de derecha, reunidos en coalición, obtendrían alrededor de 65 bancas en el parlamento (de un total de 120), suficientes para consolidar una mayoría y formar un nuevo gobierno.

Sin embargo, la incertidumbre ante tan ajustado resultado llevó a que tanto Netanyahu, de 69 años, como Gantz, de 59, reivindicaran la victoria poco después del cierre de las urnas.

En un discurso a sus seguidores en Tel Aviv, Netanyahu dijo que el triunfo había sido «magnífico».

«El pueblo de Israel me ha respaldado para un quinto mandato, y me ha expresado una confianza todavía mayor», dijo el actual primer ministro, quien admitió que ya inició contactos con otros partidos de la derecha en busca de una coalición.

En tanto, en el cuartel general del partido Azul y Blanco, una multitud aplaudió y se lanzó a bailar al conocerse los primeros sondeos.

«Es un día histórico, más de un millón de personas a votado por nosotros. El presidente debe darnos la responsabilidad de formar el próximo gobierno porque somos el partido más importante», dijo Gantz a sus seguidores.

Más de 6,3 millones de electores fueron convocados el martes para elegir los 120 diputados que los representarán en la Knéset.

La participación fue del 67,9% de los electores, contra 71,8% en las legislativas de 2015.

Negociaciones

Una vez que haya resultados confirmados se abrirá en los próximos días un período de intensas negociaciones para formar un gobierno de coalición.

Depende del presidente Reuven Rivlin considerar, a la luz de las recomendaciones de los partidos de la Knéset, qué partido designará para tratar de formar el gobierno.

Netanyahu acumula 13 años en el cargo de primer ministro mientras que, Gantz, general y ex paracaidista, tiene la experiencia militar de haber sido comandante de una unidad de fuerzas especiales y ex jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa. Pero hasta hace seis meses era en Israel un desconocido como político.

A su vez, la izquierda israelí quedó humillada y se le atribuyen apenas 6 escaños al histórico Partido laborista. Una de sus dirigentes, Shelly Yachimovich, admitió estar «conmocionada».

Maniobras para ganar

Sin diferencias significativas en los programas de gobierno entre los dos candidatos, la campaña se transformó en un plebiscito sobre la persona de Netanyahu, adorado y detestado por igual.

De su lado el presidente palestino Mahmud Abas expresó el martes su deseo de que estas elecciones traigan paz y dijo que estaba preparado a retomar las negociaciones si se respeta el derecho internacional.

Pero ante los resultados que daban ventaja a Netanyahu, un responsable palestino dijo que los israelíes dijeron en las urnas «no a la paz».

Gantz considera que con esta elección se trata fundamentalmente de poner fin a años de divisiones y de corrupción que encarna el primer ministro saliente.

Para Netanyahu, en cambio, se trata de reiterar que nadie está mejor capacitado que él mismo para garantizar la seguridad y la prosperidad del país.

En febrero, el fiscal general anunció la intención de inculpar formalmente a Netanyahu por corrupción, fraude y abuso de confianza, y las encuestas empezaron a variar.

Como reflejo del clima de hostilidad en la campaña, el principal partido árabe en Israel presentó una queja a la comisión electoral después de que militantes del Likud, el partido del primer ministro saliente, fueran sorprendidos con cámaras en los colegios electorales de los sectores de mayoría árabe. La lista árabe dijo que era para intimidar a los electores y el Likud respondió que lo hizo para evitar fraudes.

Los árabes israelíes son los descendientes de los palestinos que se quedaron en sus tierras después de la creación de Israel en 1948.

La cercanía con Trump

Los israelíes consideran que Trump ofreció a Netanyahu un espectacular «regalo» en plena campaña electoral, al reconocer la soberanía israelí sobre los Altos del Golán, anexado a Siria.

Netanyahu mencionó cada vez que pudo su cercanía con el presidente de Estados Unidos.

Aumentó aún más la polémica al afirmar, en desafío a un amplio consenso internacional, que estaba preparado para anexar los asentamientos israelíes en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde hace medio siglo.

Líder de un gobierno considerado el más derechista en la historia de Israel, Netanyahu parece listo para ponerse al frente de una coalición aún más radical.

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