VIERNES, 29 DE NOV

Meloni recibió a sobrevivientes y familiares de víctimas del naufragio que dejó 86 migrantes muertos

La reunión, de cerca de una hora y media en la denominada Sala Verde de la sede del Gobierno, se dio luego de que la delegación de sobrevivientes y familiares llegara a Roma desde la sureña Calabria en un Air Force C-130 del Estado italiano.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, se reunió este jueves con sobrevivientes y familiares de las víctimas del naufragio que a fines de febrero dejó 86 migrantes muertos frente a las costas del sur del país y que volvió a poner en el centro del debate la política migratoria y el pedido de ayuda a Europa para la gestión del tráfico de personas.

Meloni, quien la semana pasada realizó su reunión de Gabinete en la ciudad de Cutro para mostrar su cercanía con la tragedia marítima de la madrugada del 26 de febrero, recibió este jueves en el Palacio Chigi de Roma a una delegación de cerca de 30 sobrevivientes y familiares del naufragio sufrido por personas de África y Medio Oriente que buscaban llegar a Italia, informó una nota del Gobierno.

La reunión, de cerca de una hora y media en la denominada Sala Verde de la sede del Gobierno, se dio luego de que la delegación de sobrevivientes y familiares llegara a Roma desde la sureña Calabria en un Air Force C-130 del Estado italiano.

Según explicaron a la prensa, los sobrevivientes pidieron a la primera ministra Meloni que siga buscando a los que siguen desaparecidos, que facilite la reunificación con las familias incluso en el extranjero y que cree, junto con Europa, corredores humanitarios para ayudar a las personas en países como Afganistán, donde las condiciones de vida no son seguras.

Junto a Meloni también participaron el canciller Antonio Tajani y el subsecretario de la Presidencia del Consejo de Ministros, Alfredo Mantovano.

El naufragio es investigado por la Justicia italiana en dos causas paralelas, una que busca esclarecer la acción de los barcos de rescate de la Guardia Costera, sin individualizar por el momento la existencia de delito, y otra por la que tres personas ya fueron detenidas acusadas de tráfico de personas y por favorecer la inmigración clandestina.

Por la tragedia, causada según las primeras reconstrucciones por supuestos traficantes que lanzaron al mar a parte de los inmigrantes que habían partido desde Turquía y estaban a bordo de la embarcación, el ministro del Interior italiano Matteo Piantedossi tuvo que dar explicaciones en las dos cámaras del Parlamento.

La embarcación chocó contras unas rocas a unos metros de la costa, según las autoridades costeras, en un contexto de sobrecarga de la nave que el Gobierno italiano atribuye a los «traficantes de personas» que operan en el Mediterráneo.

Se estima que había más de 170 migrantes a bordo del barco, dijeron desde el organismo de la ONU para los refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones, otro organismo de la ONU, en un comunicado conjunto.

El marco de la reunión de este jueves son los debates en Italia por la política migratoria a partir del reclamo de Meloni, apoyado por el papa Francisco, para que haya una «respuesta europea común» a la llegada de personas por vía marítima de manera irregular.

«Hago mías las palabras del papa Francisco», planteó Meloni la semana pasada luego de que el pontífice pidiera acciones contra los traficantes de personas que gestionan las barcas en las que miles de migrantes buscan llegar a Europa.

La situación geográfica de Italia la convierte en un destino de elección para los demandantes de asilo que pasan del norte de África a Europa, así como de las personas que buscan llegar, también por vía marítima, desde Turquía.

«La única forma de abordar este asunto con seriedad y humanidad es detener las salidas y sí, necesitamos una Europa que, además de declarar su voluntad, actúe con rapidez», sostuvo Meloni en declaraciones televisivas tras el naufragio.

Tras el naufragio, el Gobierno italiano defendió además la nueva ley migratoria que desde diciembre regula la acción de rescatistas, que elimina las sanciones penales para las organizaciones que asisten a personas en altamar, establece que las embarcaciones humanitarias ya no podrán deambular por el Mediterráneo llenas de personas en búsqueda de naufragios, sino que deberán avisar a las autoridades italianas luego de cada rescate que efectúen.

Los barcos humanitarios, asegura el decreto-ley vigente desde diciembre, deberán entonces dirigirse de inmediato al puerto asignado para hacer descender a las personas rescatadas.

Con el nuevo marco legal, que incluye hasta la confiscación de las naves que no cumplan las disposiciones, los comandantes que hagan los salvatajes deberán comunicar a las personas rescatadas los procedimientos para el pedido de asilo vigentes en los países de bandera de cada barco.

Según el Ministerio del Interior italiano, cerca de 14.000 migrantes llegaron al país en los primeros dos meses del año, frente a los 5.200 del mismo periodo en 2022 y 4.200 en 2021.

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