La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, dispuso que el Ministerio de Economía y Finanzas entre con una participación del 20 % en la empresa que maneja las redes de la telefónica TIM, a través de la que busca «un rol decisivo del Gobierno en la definición de opciones estratégicas», en la misma semana en la que decretó un impuesto a las ganancias extraordinarias de los bancos y abrió la posibilidad a un gravamen especial a las empresas tecnológicas globales.

La cartera económica anunció a última hora del jueves la firma de un memorándum de Entendimiento con el fondo Kkr para hacerse cargo de un 20 % de Netco, la sociedad de TIM que controla las redes de comunicación italianas.

Según informa este viernes el diario económico Il Sole 24 Ore, con la firma del memorándum el Ministerio italiano pone el primer paso hacia la adopción de un decreto de la premier para hacer efectiva la operación.

TIM, privatizada en 1997 y con una participación mayoritaria del grupo francés Vivendi, tiene entre sus accionistas al Estado a través de la Casa de Depósitos y Préstamos, una institución que controla menos del 10 % de la firma madre de Netco.

Meloni aceleró en los últimos días su intervención en la economía a través del anuncio de un impuesto a las «ganancias extraordinarias» de los bancos, al tiempo que avaló un proyecto del oficialismo para gravar también a las tecnológicas como Google y Amazon.

Al mismo tiempo, la premier recibirá este viernes a miembros de la oposición para discutir la posibilidad de establecer un salario mínimo de 9 euros la hora de forma uniforme para todo el país, una política resistida por sectores del oficialismo.

A fines de julio, Meloni recibió críticas de la oposición de centroizquierda por la eliminación de un programa de desempleo y subempleo que cambiará de nombre y se reducirá, en base a la creencia del Gobierno de que las personas «ocupables» (de entre 18 y 59 años sin discapacidades) que quieran trabajar pueden hacerlo dado el crecimiento del país. En julio, de todos modos, la desocupación italiana se ubicó en el 7,4 %, por encima de la media europea.