El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llegó este martes a Pekín para reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping, en la última etapa de una gira que comenzó la semana pasada y que busca nuevos acuerdos en la relación histórica que tienen ambas naciones.

La cadena oficial china CGTN difundió imágenes de Maduro y su esposa llegando a una estación ferroviaria de Beijing, donde fueron recibidos por niños que les obsequiaron flores.

Durante el viaje en un tren de alta velocidad, Maduro emitió un mensaje en la televisión venezolana en el que elogiaba la sólida relación bilateral entre ambos países, reseñó la agencia de noticias AFP.

«Vamos saliendo en un tren rumbo a la capital china, a Beijing, al encuentro con el futuro, al encuentro con nuestro hermano presidente Xi Jinping, a llegar a grandes acuerdos que elevan aún más una relación histórica refundada por nuestro comandante Hugo Chávez», afirmó Maduro en su programa «Con Maduro +» que se transmite por el canal estatal VTV y a través de redes sociales.

La visita es una reafirmación de la «amistad» que se afianzó en la era del fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013), quien encontró en China uno de sus principales aliados junto a Rusia, Turquía e Irán.

«Hemos estado sacrificando el sueño, resistiendo el cansancio, pero (nos) motiva la gran alegría que nos da trabajar por el pueblo de Venezuela», agregó.

Maduro, que llegó el viernes a Shenzhen y debe quedarse hasta el jueves próximo en su primera visita de Estado al gigante asiático desde 2018, grabó el mensaje en la montaña sagrada de Tai Shan, un famoso destino turístico en China del que dice ser un asiduo visitante.

El líder bolivariano de 60 años busca asegurar la membresía de Venezuela en BRICS, un bloque de naciones en ascenso, que acaba de celebrar su cumbre en India.

China es el principal acreedor del país caribeño y tiene estrechos vínculos con la nación socialista, diplomáticamente aislada y devastada por la inflación.

Maduro visitó Pekín por última vez en 2018 -su décimo viaje a China-, donde elogió la visión de Xi de un «destino común para la humanidad».

Por su parte, Xi Jinping visitó Venezuela en 2014.

China prestó unos 50.000 millones de dólares a Venezuela, miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en la década de 2010.

Venezuela pagó la deuda con envíos de petróleo, del que posee algunas de las mayores reservas del mundo.

En 2018, Venezuela debía a China 20.000 millones de dólares.