El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, atribuyó hoy la eventual derrota del oficialismo de Bolivia en el referendo para modificar la Constitución a “una campaña sucia” contra su par Evo Morales para lastimar su imagen, en tanto Chile se excusó de opinar sobre el casi seguro triunfo del No en la consulta para habilitar una nueva postulación del jefe de Estado aymara.

«A Evo le hicieron una campaña sucia; Evo Morales es el líder más honesto que jamás haya conocido Bolivia, y yo digo que de América. Es un líder integro y vienen a acusarlo de una cantidad de cosas que no tienen nombre, para destruir a Evo y destruir el proyecto de los pueblos originarios de Bolivia», alertó Maduro.

Como en tantos otros cuestionamientos sobre hechos ocurridos en venezuela mismo, Maduro, en un mensaje transmitido en cadena de radio y televisión, aseguró que quien está «detrás de eso», es «el imperio norteamericano, que quiere destruir todos los procesos independientes y progresistas de América Latina».

Para el mandatario, existe «una amenaza contra los procesos populares, progresistas, revolucionarios, de cambio, porque la derecha latinoamericana unida al obligo del imperio norteamericano no respeta reglas de juego».

Desde Santiago, en tanto, la Cancillería de Chile informó que no opinará sobre el resultado del referendo, que, en principio, impide la reelección hasta 2027 de Morales y se limitó a destacar que se trató de “la decisión soberana del pueblo boliviano”.

«La no intervención en los asuntos internos de otro país es uno de los principios básicos del derecho internacional», señalaron fuentes de la cartera de Exteriores, que explicaron que el país respeta «al pie de la letra» esa premisa.

El canciller Heraldo Muñoz sostuvo que Chile «pretende tener una relación de Estado a Estado  con Bolivia, independiente de quienes sean sus gobernantes, una relación de diálogo, madura, y respetuosa».

Muñoz dijo que Chile -que le ofreció a La Paz restablecer plenamente las relaciones- «seguirá defendiendo con firmeza sus intereses, donde corresponda, siempre abierto a la integración y a un vínculo de siglo XXI con sus vecinos».

Los dos países tienen en discusión el reclamo de Bolivia por la salida al mar, cuestión por la que presentó una demanda ante la Corte internacional de Justicia de La Haya.

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