La situación humanitaria dentro de la ciudad siria de Al Raqqa «empeora día tras día», mientras la coalición internacional liderada por Estados Unidos bombardea desde el aire y sus aliados kurdos-sirios avanzan de manera terrestre para tomar ese último bastión urbano grande de la milicia Estado Islámico (EI), según informó hoy Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización pro opositora.

Al mismo tiempo la milicia Organismo de Liberación del Levante, más conocido por su anterior nombre, Frente al Nusra, y por haber sido la rama local de Al Qaeda, reivindicó hoy el doble atentado de ayer en el centro de Damasco, que, según el Observatorio, mató a 74 personas.

En un comunicado, publicado en la sistema de chat Telegram, el ex frente al Nusra -que actualmente pelea codo a codo con insurgentes calificados como moderados por Estados Unidos y Europa- aseguró que dos de sus combatientes atacaron concentraciones de «milicias iraníes» y de miembros de la Defensa Nacional -grupos paramilitares sirios leales al gobierno de Bashar al Assad- en la capital.

Sin embargo, el gobierno y un amplio espectro de medios internacionales informaron ayer que las víctimas eran principalmente peregrinos chiitas oriundos de la vecina Irak.

Inicialmente el Observatorio había informado que las víctimas fatales superaban las 50; sin embargo, 24 horas después varios heridos fallecieron y el saldo de muertos hoy escaló a 74, 54 peregrinos iraquíes y 20 miembros de la fuerzas de seguridad sirias, según la agencia de noticias EFE.

Se trató de uno de los ataques más sangrientos de los últimos tiempos en Damasco, un bastión indiscutible de Al Assad y que, en comparación con el resto del país, ha sufrido menos la guerra civil que ya lleva seis años y dejó más de 300.000 muertos, un número desconocido de heridos y más de la mitad de la población refugiada o desplazada de sus hogares.

El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó hoy el doble atentado de ayer en Damasco y reclamó que los responsables y cualquiera que ataque a civiles rindas cuentas ante un tribunal de justicia.

«El secretario general está consternado por el total desprecio por la vida humana mostrado por los autores y extiende sus más profundas condolencias a las familias de las víctimas, muchas de las cuales eran peregrinos», aseguró su vocero, Farhan Haq, en un breve comunicado.

El atentado busca debilitar un alto el fuego acordado en todo el país a finales de año entre el gobierno, las principales potencias extranjeras que pelean en Siria y varias milicias opositoras, con excepción del Estado Islámico y el ex Frente al Nusra.

Esta tregua, que tambalea hace meses, debe ser ratificada en los próximos días en la nueva ronda de negociaciones de paz que inauguró la ONU en Ginebra, Suiza, después de diez meses de intentos diplomáticos poco exitosos.

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