La huelga de mayor envergadura de trabajadores de la salud en la historia de Estados Unidos entró este viernes en su segundo día, en medio de las preocupaciones por la escasez de personal sanitario.

Más de 75.000 trabajadores de la organización sanitaria Kaiser Permanente, con sede en California, formaron piquetes en todo el país, exigiendo mejores salarios y beneficios.

Estos profesionales trabajan en cientos de instalaciones en los estados de California, Colorado, Washington y Oregón. Y están representados por una coalición de sindicatos.

Sin embargo, las negociaciones entre los líderes sindicales y ejecutivos de Kaiser fracasaron el miércoles debido a una disputa sobre el aumento salarial.

La coalición también exigió soluciones a la escasez de personal sobre la cual los trabajadores llevan quejándose mucho tiempo.

La huelga de tres días finaliza el sábado por la mañana. Pero la coalición anunció que el próximo mes se realizará «otra huelga más larga y fuerte» si no puede alcanzarse un nuevo acuerdo contractual para entonces.

Kaiser admitió la escasez de personal en su declaración e indicó que es un problema al que «todos los proveedores de atención médica del país» se han estado enfrentando.

Los datos de la organización confirman una tendencia crónica de escasez de personal en la industria sanitaria de Estados Unidos que se vio exacerbada por la pandemia de COVID-19.

En enero, más de 7.000 enfermeros de dos importantes hospitales de la ciudad de Nueva York se declararon en huelga, quejándose de que la escasez de personal provocaba agotamiento.

Desde principios de 2022, hasta agosto de este año, alrededor del 33 por ciento de los paros laborales se produjeron en la industria de la salud, en comparación con el 29 por ciento en 2019, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.

La escasez de personal sanitario fue el mayor riesgo para los pacientes en 2022, según un informe de la organización de seguridad sanitaria ECRI.

«Debido a la escasez de personal, muchos pacientes esperan más tiempo para recibir atención, incluso en emergencias, poniendo sus vidas en peligro o, simplemente, son rechazados», denunció el informe.

Los defensores laborales dijeron que la escasez de trabajadores sanitarios había creado un círculo vicioso. A medida que los trabajadores por turnos terminan trabajando más, es probable que acaben agotados y abandonando la industria, empeorando así el problema.

Los hospitales de California también han informado sobre «persistentes desafíos operativos y dificultades financieras» en el tercer año desde el inicio de la pandemia, según un informe de la Fundación de Atención Sanitaria de California, publicado en mayo.

Las tasas de vacantes de enfermería entre los hospitales locales superan el 30 por ciento, mientras que la tasa prepandémica era del 6 por ciento, según datos de la Asociación de Hospitales del Sur de California.

La ECRI ha advertido de que no hay una solución fácil para la actual escasez de personal y que «podría convertirse en la nueva normalidad en un futuro próximo».

Según un estudio reciente publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina, la profesión de enfermería en Estados Unidos continúa enfrentando escasez debido a numerosas causas, incluida la falta de educadores potenciales, una rotación elevada y la distribución desigual de la fuerza laboral.