Israel anunció este martes un nuevo toque de queda para evitar la circulación y concentración de gente durante la celebración de las festividades judías como una medida para mitigar la expansión del coronavirus.

El Gabinete de Ministros aprobó una nueva regulación de emergencia, que impedirá la circulación desde este martes a las 17 (11 de Argentina) hasta las 5 de la mañana del miércoles, antes de la última festividad de Pésaj.

La prohibición señala que sólo se podrá salir de la vivienda por «períodos de tiempo cortos y a una distancia de no más de 100 metros», cuando la salida esté justificada.

Además, nadie podrá salir de sus comunidades, excepto para comprar comida, medicamentos o productos esenciales que no se vendan en las mismas, en cuyo caso podrá ir a la más cercana.

Desde la tarde del miércoles hasta la madrugada del jueves, dejarán de operar también las tiendas de alimentos, excepto supermercados, mientras que seguirán funcionando los envíos de comida a domicilio.

El transporte público continuará suspendido esta semana hasta la mañana del jueves.

Por otro lado, también se amplió una serie de ordenanzas laborales que habían sido aprobadas la semana pasada y que regirán hasta el próximo domingo (día laborable en Israel).

Las directivas reducen el trabajo de funcionarios públicos y limitan el número de empleados en las empresas privadas al 15% de la plantilla, con un máximo de 10 personas, informó la agencia de noticias EFE.

Las autoridades israelíes recurren por segunda vez al toque de queda, ya que la semana pasada ya se había dictado una medida de estas características para evitar los desplazamientos de personas y amplias reuniones en estas fechas especiales de Pascuas judías, cuando la tradición marca cenas y celebraciones en familia.

La pandemia del coronavirus ha provocado cerca de 12.000 infectados en Israel, de los cuales 118 murieron.

Esta semana, las autoridades endurecieron las medidas de prevención al anunciar la obligatoriedad del uso de mascarillas en el espacio público y el cierre forzoso de los 17 barrios y asentamientos de Jerusalén más afectados, la mayoría de ellos ultraortodoxos.

Además, un día antes prohibieron la llegada de vuelos al territorio hasta tanto estén organizadas las medidas para ubicar a los viajeros recién llegados en hoteles en los que deberán pasar una cuarentena de dos semanas para evitar contagios de coronavirus, reportaron medios locales.