La situación en el sur de Brasil continúa siendo crítica luego de las intensas lluvias que azotaron el sur del país, dejando un rastro de destrucción y desplazamientos masivos.

En medio de la «peor catástrofe climática» de la historia regional, crece la preocupación por el abastecimiento de agua y alimentos a medida que las autoridades y los equipos de rescate se esfuerzan por enfrentar la emergencia.

Según los últimos informes de Defensa Civil, un total de 83 personas murieron, 111 permanecen desaparecidas y más de 129.000 fueron obligadas a abandonar sus hogares debido a las intensas lluvias, las inundaciones y los deslizamientos de tierra que azotaron el estado de Rio Grande do Sul, en el sur del país.

El gobernador del estado, Eduardo Leite, describió la situación como un «escenario de guerra», destacando la magnitud del desastre. Hasta el momento, 364 comunidades se han visto afectadas, muchas de las cuales permanecen aisladas y sin acceso a servicios básicos.

El esfuerzo de rescate se vio obstaculizado por la destrucción de infraestructura, con cientos de carreteras y puentes arrasados por las aguas. Sin embargo, las fuerzas militares, los bomberos y los voluntarios continúan trabajando incansablemente para llegar a las áreas afectadas y brindar asistencia a quienes la necesitan.

 

La preocupación por el abastecimiento de agua y alimentos es palpable, con la alcaldía de Porto Alegre implementando medidas de racionamiento y restringiendo el uso del agua para fines esenciales. La escasez de suministros en los mercados, en tanto, agrava la situación para muchos residentes, quienes se enfrentan a días sin acceso a agua potable y alimentos básicos.

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El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, prometió un rápido despliegue de recursos para la reconstrucción del estado, mientras que la solidaridad nacional se hace evidente con donaciones y recaudaciones en todo el país.

Sin embargo, las preocupaciones persisten a medida que nuevas tormentas se avecinan en el horizonte, con el riesgo de empeorar la que es considerada la «peor catástrofe climática» de la historia de la región. El Instituto Nacional de Meteorología ha emitido alertas por más lluvias intensas y posibles tormentas hasta el mediodía del martes, lo que podría agravar aún más la situación en las áreas afectadas.

 

ORIGEN DEL FENÓMENO

La dramática situación que se vive en el sur brasileño ocurrió luego de la crecida del río Guaiba y sus afluentes, provocando decenas de muertos y miles de desplazados.

Con respecto al fenómeno que causó el desastre, expertos señalaron que es resultado de una combinación de factores, incluido el cambio climático y el fenómeno meteorológico de El Niño, que han exacerbado las condiciones climáticas extremas en el sur de Brasil y otras regiones del país.