El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, el secretario de Estado Antony Blinken, presionó este miércoles a los líderes israelíes a aceptar un alto el fuego con Hamas tras cuatro meses de ofensiva en la Franja de Gaza, luego de que el movimiento islamista palestino presentara una propuesta de tregua a cambio de liberación de rehenes.

En el inicio del quinto mes de hostilidades, el plan es la respuesta de Hamas a una propuesta de Estados Unidos, Qatar, Egipto e Israel, y contempla tres fases de cuatro meses y medio durante la cual debe regir una tregua en Gaza para permitir que el grupo libere a todos los rehenes en su poder, a cambio de cientos de palestinos presos en cárceles israelíes.

La propuesta implica que Hamas seguiría en el poder en la Franja de Gaza, donde gobierna desde 2007, y que podría reconstruir sus capacidades militares, además de dejar abierta la puerta a que Israel detenga su ofensiva de manera definitiva y retire sus tropas, un escenario que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha rechazado de manera rotunda.

En tanto, el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo el martes que las demandas de Hamas eran «un poco exageradas», pero que las negociaciones continuarán.

Blinken se reunió este miércoles en Jerusalén con Netanyahu en el marco de la que es su quinta gira por Medio Oriente Medio desde los ataques de Hamas en el sur de Israel del 7 de octubre pasado, que terminaron con unos 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y con otros 240 secuestrados llevados a Gaza.

Desde entonces, más de 27.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, murieron en ataques israelíes en Gaza, y más de 67.000 resultaron heridos. Gran parte del empobrecido territorio quedaron arrasadas, y el 85 % de sus 2,3 millones de habitantes tuvieron que huir de sus casas, según la ONU, que ha denunciado posibles crímenes de la ofensiva israelí.

«Queda mucho trabajo por hacer, pero estamos muy concentrados en hacerlo», dijo Blinken luego de reunirse con Netanyahu, al tiempo que volvió a abogar por llevar ayuda a los palestinos de Gaza para paliar la crisis humanitaria en la que se hallan por escasez de alimentos, medicamentos, combustibles, agua potable y servicios médicos y sanitarios.

«Tenemos la obligación de hacer todo lo posible para llevar la asistencia necesaria a quienes la necesitan tan desesperadamente, y los pasos que se están tomando – pasos adicionales que deben tomarse – son el centro de mis reuniones» en Israel, señaló el máximo diplomático de Estados Unidos.

Netanyahu ya ha dicho varias veces que la ofensiva israelí continuará hasta la «victoria total» sobre Hamas y el regreso de todos los rehenes restantes.

El premier no hizo declaraciones luego de su reunión con Blinken, pero medios de Israel dijeron que dará una conferencia de prensa por la tarde.

Estados Unidos, Egipto y Qatar ya estuvieron detrás de otra mediación que en noviembre pasado permitió la liberación de un centenar de los rehenes en manos de Hamas durante una tregua de una semana y en un canje con unos 200 adolescentes y mujeres palestinos presos en Israel.

Qatar dijo el martes que Hamas había respondido a la nueva propuesta de acuerdo para detener los combates y que su posición era «positiva».

«La respuesta incluye algunos comentarios, pero en general es positiva», señaló el primer ministro qatarí, Mohamed bin Abdulrahman Al Thani, tras reunirse el martes con Blinken en Doha, la capital de Qatar.

En Egipto, la cadena de noticias Al Qahera News, próxima al Gobierno, dijo que una nueva ronda de conversaciones sobre la propuesta, liderada por funcionarios egipcios y qataríes, está prevista para el jueves en El Cairo.

La presión por un alto el fuego ha crecido en momentos en que las fuerzas israelíes avanzan hacia la ciudad de Rafah, en el extremo sur del enclave, en la frontera con Egipto, donde se ha refugiado más de la mitad de la población del pequeño territorio palestino.

«La intensificación de hostilidades en Rafah, en esta situación, podría conducir a una pérdida de vidas civiles a gran escala y debemos hacer lo posible por evitarlo», señaló Jens Laerke, portavoz de la oficina humanitaria de Naciones Unidas, OCHA.

El Ministerio de Salud del Gobierno de Hamas en Gaza dijo este miércoles que al menos 123 personas murieron en las últimas 24 horas en ataques israelíes en el territorio.

La visita de Blinken «es una pesadilla», porque en cada viaje, Israel «intensifica las agresiones para mostrarle que rechaza la tregua», dijo a la agencia de noticias AFP el palestino Mohammad Abu Nada en el hospital Najjar de Rafah, a donde fue a recoger los restos de un familiar muerto en un bombardeo.

Israel informó que iba a entrar en Rafah en busca de combatientes de Hamas.

El Ejército «llegará a lugares donde aún no hemos combatido (…) hasta el último bastión de Hamas, que es Rafah», declaró esta semana el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant.

Safia Marouf, quien se refugió en esta localidad con su familia tras abandonar su casa más al norte, dice temer lo que se viene.

«Los niños viven con miedo, y si quisiéramos salir de Rafah, no sabemos a dónde ir. ¿Cuál será nuestro destino y el de nuestros hijos?», dijo a AFP.

«La situación humanitaria en la Franja de Gaza es más que catastrófica», afirmó Tommaso Della Longa, portavoz de la Federación de las Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

En las últimas semanas la violencia se ha recrudecido en Líbano, Irak, Siria y Yemen, donde grupos apoyados por Irán han lanzado ataques a bases estadounidenses en apoyo a Hamas, generando respuestas de Israel, Estados Unidos y sus aliados.

La respuesta de Hamas a la propuesta de alto el fuego fue publicada este miércoles en el periódico libanés Al-Akhbar, cercano al poderoso grupo islamista Hezbollah.

«Nuestra respuesta es realista y nuestras demandas son razonables», dijo el miembro de la Oficina Política de Hamas, Muhhamad Nazzal, a la cadena de noticias qatarí Al Jazeera, confirmando la autenticidad del plan publicado.

En la primera fase de 45 días, Hamas liberaría a todas las mujeres y niños restantes, así como a los hombres mayores y enfermos, a cambio de un número no especificado de prisioneros palestinos retenidos por Israel.

Israel también se retiraría de las zonas pobladas, cesaría las operaciones aéreas, permitiría la entrada de mucha más ayuda y el regreso de los palestinos a sus hogares, incluso en el devastado norte de Gaza.

La segunda fase, que se negociará durante la primera, incluiría la liberación de todos los rehenes restantes, en su mayoría soldados, a cambio de todos los detenidos palestinos mayores de 50 años, incluidos comandantes de Hamas.

Israel liberaría a 1.500 prisioneros adicionales, 500 de los cuales serían designados por Hamas, y completaría su retirada de Gaza.

En la tercera fase, las partes intercambiarían los restos de rehenes y prisioneros, y negociarían un fin definitivo de la ofensiva israelí.