Nuevas manifestaciones se llevaron a cabo en todo Israel este sábado por la noche por vigésimo séptimo fin de semana consecutivo contra los planes de reorganización judicial del Gobierno y con el aumento de la temperatura en el conflicto nacional por los esfuerzos para frenar los poderes del sistema judicial.

La empresa de evaluación de multitudes Crowd Solutions estimó que más de 140.000 personas se manifestaron en Tel Aviv y decenas de miles más en otros lugares, según imágenes aéreas. Los organizadores afirmaron que el número total de Tel Aviv estaba más cerca de 180.000.

Los líderes de las protestas se comprometieron a intensificar aún más su oposición a los esfuerzos renovados del Gobierno y esperaban una demostración de fuerza al expresar su creciente enojo por el plan de la coalición de aprobar en su primera lectura del Knesset el lunes un proyecto de ley para eliminar la capacidad de los tribunales para dictaminar sobre la “razonabilidad” de las decisiones gubernamentales.

Hablando en la manifestación principal en Tel Aviv, el historiador israelí de renombre mundial Yuval Noah Harari dijo: “El momento de detener al gobierno de Netanyahu es ahora”.

“Se nos permite y debemos estar enojados por lo que el gobierno de Netanyahu está haciendo con el sueño israelí, y si el Gobierno no se detiene, aprenderá lo que sucede cuando estamos enojados”, expresó.

“Si aprueba unilateralmente uno solo de los proyectos de ley de golpe de su régimen, nos opondremos a usted con todos los medios no violentos que tengamos”, indicó.

El profesor Hagai Levin, que representa a los médicos que se oponen a la reforma, advirtió que el sistema de salud podría sufrir grandes huelgas si se aprueba el proyecto de ley.

“El sistema de salud comenzará a operar en estado de emergencia, porque este es un estado de emergencia”, afirmó.