El sindicato United Auto Workers (UAW) está ampliando más la huelga contra los tres grandes fabricantes de automóviles de Estados Unidos, a las plantas de vehículos SUV de General Motors Co. y Ford Motor Company, anunció este viernes el presidente del UAW, Shawn Fain, durante un evento de Facebook Live.

La medida de fuerza que comenzó el 14 de septiembre, perdura debido a la falta de avance en las negociaciones para un nuevo convenio colectivo y se despliegan en más de 20 Estados del país norteamericano.

Según algunos medios estadounidenses, es probable que Fain anuncie en horas el cierre de las fábricas de trenes de potencia o de las plantas que ensamblan camionetas y grandes vehículos todoterreno.

Las plantas de montaje de Chicago (Ford) y Lansing Delta Township (GM) emplean a unas 7.000 personas. Con la suma de estos dos centros de trabajo, unas 25.000 personas están ahora en huelga en GM, Ford y Stellantis, los tres grandes fabricantes de automóviles de Estados Unidos.

La compañía Ford declaró que «las negociaciones continúan» y que su “enfoque sigue siendo trabajar diligentemente con la UAW para llegar a un acuerdo que recompense a nuestra fuerza de trabajo y permita a Ford invertir en un futuro vibrante y creciente».

Las principales demandas del sindicato son un aumento salarial del 36 por ciento en un contrato de cuatro años, con ajustes anuales por el coste de la vida, beneficios de pensiones para todos los empleados, mayor seguridad laboral, restricciones en el uso de trabajadores temporales y una semana laboral de cuatro días.

Los sindicalistas han llamado a su paro como «huelga de brazos caídos» cuando casi 13.000 trabajadores abandonaron el trabajo el 14 de septiembre. Esta protesta es un guiño histórico, ya que referencia a la huelga de brazos caídos de los trabajadores de GM en Flint, Michigan, en la década de 1930.