Decenas de personas murieron este miércoles en un nuevo bombardeo israelí a un campamento de refugiados palestinos de la Franja de Gaza alcanzado el martes por otro ataque que causó condena internacional, mientras que decenas de extranjeros y heridos salieron del enclave hacia Egipto al abrirse el paso por primera vez en más de tres semanas de hostilidades.

En Israel, el Gobierno rechazó la decisión de Bolivia de romper relaciones diplomáticas en protesta por sus bombardeos en Gaza de represalia a los ataques de Hamas del mes pasado, mientras que, en Palestina, el Gobierno autónomo elogió a Colombia y Chile por llamar a consultas a sus embajadores en Israel por el mismo motivo.

En Gaza, en tanto, Hamas dijo que los nuevos bombardeos israelíes contra el campamento de refugiados de Jabaliya, en el norte del territorio, cerca de Ciudad de Gaza, alcanzaron varios edificios residenciales y mataron a «decenas de personas», un día después de que otros ataques dejaran allí unos 50 muertos.

El grupo palestino indicó además que siete rehenes, tres de ellos extranjeros, murieron en el bombardeo del martes.

El canal de televisión Al Jazeera, uno de los pocos medios no palestinos que todavía informan desde el norte de Gaza, transmitió imágenes de la devastación que dejaron los nuevos ataques en el campamento, en las que se veía a varios heridos, entre ellos niños, siendo trasladados a un hospital cercano.

En escenas casi idénticas a las del día anterior, decenas de hombres excavaban entre los escombros de edificios de varios pisos demolidos, en busca de sobrevivientes.

Israel dijo que los bombardeos del martes destruyeron túneles y mataron a decenas de milicianos de Hamas, incluido un alto comandante que estuvo involucrado en el sangriento ataque del 7 de octubre en territorio israelí.

Ese día, milicianos de Hamas se infiltraron en Israel desde Gaza, mataron a más de 1.400 personas, en su mayoría civiles, y se llevaron consigo a unas 240 personas de rehenes, tanto israelíes como extranjeros, incluyendo a una veintena con nacionalidad argentina. Unas 4.800 personas resultaron heridas.

Tras los ataques, Israel sitió la Franja de Gaza, que es gobernada por Hamas, lanzó bombardeos casi a diario y una incursión terrestre en curso desde el fin de semana.

Más de 1,1 millones de los 2,4 millones de habitantes del enclave tuvieron que dejar sus casas por los ataques, y muchos se refugiaron en escuelas administradas por la ONU.

El Ministerio de Salud de Gaza dijo este miércoles que al menos 8.796 palestinos murieron hasta ahora en los bombardeos israelíes, entre ellos 3.648 niños y niñas, y que los heridos sumaban más de 22.200. El anterior balance, publicado el martes, era de 8.525 muertos.

El Ejército israelí, por su parte, informó este miércoles que 15 soldados murieron en combates con Hamas en Gaza desde el martes, las primeras bajas militares en las operaciones terrestres, que se han centrado en el norte del territorio.

La ONU, la Unión Europea (UE), España, Arabia Saudita, Irán, y otros países árabes e islámicos condenaron el ataque del martes en Jabaliya.

El martes, rebeldes de Yemen apoyados por Irán reivindicaron un ataque con drones contra Israel por sus bombardeos en los territorios palestinos de la Franja de Gaza, luego de que el Ejército israelí dijera haber interceptado un avión no tripulado y un misil dirigidos al país.

«Estos drones pertenecen al Estado de Yemen», afirmó Abdelaziz bin Habtour, primer ministro nombrado por los rebeldes que controlan parte del país y están enfrentados con el Gobierno y con una coalición militar liderada por Arabia Saudita, informó la agencia de noticias AFP.

En tanto, el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, manifestó su «consternación» por el «elevado número de víctimas», mientras que el canciller español, José Manuel Albares, dijo estar «horrorizado» y subrayó, sin mencionar a Israel, que el derecho internacional humanitario «debe respetarse siempre».

El jefe de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, denunció este miércoles los bombardeos israelíes como «la última atrocidad que golpea a la población de Gaza».

El ataque del martes disparó tensiones entre Israel y países islámicos -incluso con naciones árabes que tienen acuerdos de paz y relaciones con el Estado israelí- que ya estaban muy elevadas por la actual escalada de violencia entre Israel y Hamas.

Jordania, que estableció relaciones con Israel en 1994, retiró este miércoles «inmediatamente» a su embajador en Israel por la ofensiva en el enclave palestino y «condenó la guerra israelí que mata inocentes en Gaza».

Qatar dijo que «la masacre» amenazaba el éxito de una mediación que lleva a cabo para lograr la liberación de los rehenes de Hamas, cinco de los cuales ya fueron liberados.

Arabia Saudita, que interrumpió un proceso de normalización de relaciones con Israel por la actual escalada, y Emiratos Árabes Unidos, que estableció relaciones con Israel en 2020, también deploraron el ataque, que el reino saudita calificó de «inhumano».

La Cancillería de Egipto -el primer país árabe en hacer la paz con Israel, en 1978- dijo que condenaba el bombardeo «en los términos más enérgicos».

Horas después del ataque, Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Israel por considerar desproporcionados sus bombardeos en Gaza, y Colombia y Chile llamaron a consultas a sus embajadores en Israel en protesta por la ofensiva.

El Gobierno israelí del primer ministro Benjamin Netanyahu acusó este miércoles al Gobierno boliviano del presidente Luis Arce de ceder ante el «terrorismo».

«La decisión del Gobierno de Bolivia de cortar los lazos diplomáticos con Israel es una capitulación frente al terrorismo. El Gobierno boliviano se alinea con la organización terrorista Hamas», dijo el portavoz de la Cancillería de Israel, Lior Haiat.

«Israel condena el apoyo de Bolivia al terrorismo y su sumisión al régimen iraní, que dan fe de los valores que representa el gobierno de Bolivia», agregó.

Por su parte, la Autoridad Nacional Palestina (ANP), el Gobierno autónomo palestino del presidente Mahmud Abbas, elogió la «honrosa» postura de Chile y Colombia de haber llamado a consultas a sus respectivos embajadores en Israel.

Decenas de camiones han ingresado ayuda humanitaria a Gaza desde Egipto desde el 21 de octubre por el paso fronterizo de la sureña ciudad palestina de Rafah, que se había mantenido cerrado a las personas hasta este miércoles, cuando fue reabierto para permitir la salida de extranjeros, así como de palestinos heridos.

Los extranjeros fueron autorizados a entrar en la terminal del paso de Rafah temprano en la mañana, después de que autoridades anunciaran su apertura excepcional para permitir la salida de casi 90 heridos y unos 545 extranjeros -muchos de ellos palestinos con doble nacionalidad- por el único lugar que no está controlado por Israel.

Casi dos horas después, las primeras ambulancias con heridos llegaron a Egipto, según una autoridad fronteriza.

Esta evacuación fue posible gracias a un acuerdo entre Egipto, Israel y Hamas con la mediación de Qatar, en coordinación con Estados Unidos, dijo una fuente diplomática citada por la agencia de noticias AFP.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) saludó las primeras evacuaciones sanitarias a Egipto desde el enclave palestino y apuntó que estos pacientes representan sólo una pequeña parte de las miles de personas que necesitan atención médica en el territorio palestino.

La ONU afirma que el tiempo se agota para muchos de los 2,4 millones de habitantes de la Franja, que está bajo asedio desde el 9 de octubre, sin acceso a agua, comida, combustible ni medicinas.

Netanyahu ha rechazado llamados a un alto el fuego y prometido continuar la ofensiva «hasta la victoria» pese a las «dolorosas pérdidas» en los combates en Gaza.