China anunció este domingo que reducirá a la mitad el impuesto sobre las transacciones bursátiles, con el objetivo de restablecer la confianza en el segundo mercado de valores del mundo, en medio de la desaceleración económica que sufre el país, informaron autoridades.

La reducción del impuesto, la primera desde 2008, entrará en vigor el lunes. Hasta ahora, el impuesto era de 0,1%.

«Para dinamizar el mercado de capitales y reforzar la confianza de los inversores, el impuesto de timbre sobre las transacciones de valores se reducirá a la mitad a partir del 28 de agosto», declararon en un comunicado conjunto el Ministerio de Finanzas y la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CSRC).

Para impulsar moderadamente la demanda de márgenes de negociación, la CSRC anunció que, a partir del cierre de la sesión del 8 de septiembre, los inversores deberán depositar al menos el 80% de la cantidad prestada, frente al 100% anterior.

Según la Comisión, se gestionará el tamaño total de la reducción de las participaciones de los grandes accionistas.

El accionista de control o el controlador real de una empresa cotizada no podrá reducir sus participaciones a través del mercado secundario en varios supuestos, entre ellos cuando la empresa vea caer el precio de sus acciones por debajo de su precio de oferta inicial, cuando no haya distribuido dividendos en efectivo en los últimos tres años y cuando los dividendos en efectivo acumulados sean inferiores al 30% del beneficio neto anual medio de la empresa en los últimos tres años.

Con el anuncio, el Gobierno busca volver a atraer a los inversores que perdieron confianza en los activos chinos.

La medida era muy esperada por el sector financiero de China continental, golpeado por la mala situación económica del país, inmerso en una crisis de deuda inmobiliaria, un bajo gasto de los consumidores y un desempleo récord entre los jóvenes.

El índice CSI 300 de las mayores capitalizaciones de las bolsas de Shanghái y Shenzhen cayó alrededor de un 4% en 2023, tras dos años consecutivos de descensos.

La caída se debe, en parte, a la ausencia de recuperación económica significativa tras la pandemia de Covid-19 en China.