Tropas leales al presidente Bashar al Assad causaron al menos 30 muertos al bombardear la localidad de Surán, en el centro de Siria, zona en la que desde el lunes pasado fuerzas de la oposición se encuentran desplegando una ofensiva militar, mientras que en Damasco, tres centenares de civiles fueron evacuados de barrios controlados por los rebeldes, producto de un acuerdo con el gobierno nacional.

El Observatorio Siria de Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en Londres, informó hoy sobre una serie de ataques del ejercito oficial y precisó que entre los muertos hay, al menos, 10 niños y 6 mujeres, aunque desde la oposición armada hablaron de un número mayor de víctimas.

Las acciones militares se dan el marco de los esfuerzos oficiales para detener la ofensiva lanzada el lunes pasado por el Yund al Aqsa (Soldados de Al Aqsa), que además cuenta con el respaldo de las facciones Ejército del Orgullo y Ejército de la Victoria, quienes buscan desplazar al ejército de Al Assad de la central provincia de Hama y conquistar la capital homónima.

Según lo publicado por la agencia de noticias EFE, el OSDH señaló que la cifra de muertos podría aumentar debido a la gravedad de los heridos y afirmó que los combates continúan en el noroeste de Hama, donde las fuerzas sirias, apoyadas por milicias aliadas, intentan recuperar una quincena de localidades perdidas en los últimos días.

En consonancia, la principal fuerza militar opositora, la Coalición Nacional Siria (Cnfros), aseguró que la cantidad de muertos supera los 50, en su mayoría civiles que integraban un convoy que intentó dejar la ciudad de Surán anoche.

«Este atroz crimen demuestra que el ‘modus operandi’ del régimen de (el presidente sirio Bashar) Al Assad ha sido vengarse sobre los civiles desarmados desde el día 1», señaló la Cnfros en un comunicado.

Además, «forma claramente parte de los planes del régimen para vaciar áreas específicas de sus habitantes con bárbaros bombardeos», añadió.

En la misma provincia, un helicóptero ruso fue derribado con un cohete por el Ejército de la Dignidad, leal a los kurdos, mientras la nave aterrizaba en una zona en la periferia noroeste de la ciudad de Hama.