Bielorrusia desestimó este viernes la expulsión de diplomáticos de la Unión Europea (UE) pese al nuevo paquete de sanciones que Bruselas impuso este jueves a este país, según lo anunció su presidente, Alexandr Lukashenko.

«No vamos a expulsar a nadie. Nuestra respuesta será de acuerdo con las normas internacionales», señaló el mandatario en declaraciones recogidas por la agencia Belta.

Las relaciones entre la UE y Bielorrusia volvieron a agravarse este jueves después de que el bloque de 27 países formalizara sus restricciones contra Minsk, al que responsabiliza de la llegada de miles de refugiados de Medio Oriente y África a la frontera de Polonia, la nueva ruta terrestre de los solicitantes de asilo que buscan entrar en la Unión Europea.

Además de Bruselas, Estados Unidos y Canadá ampliaron las sanciones a altos funcionarios de seguridad y justicia, destacadas figuras de los medios de comunicación, un hijo de Lukashenko, empresas relacionadas con la defensa y un importante exportador de fertilizantes.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos también restringió la negociación de parte de la deuda soberana bielorrusa por parte de entidades estadounidenses.

Las sanciones se anunciaron en respuesta a «los continuos ataques a los derechos humanos y las libertades fundamentales en Bielorrusia, el desprecio por las normas internacionales y los repetidos actos de represión», subrayó un comunicado conjunto de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y la UE.

El texto exige que el Gobierno de Lukashenko «detenga de inmediato y por completo la orquestación de la migración irregular a través de sus fronteras con la UE».

«Pedimos que el régimen libere incondicionalmente y sin demora a sus casi 900 presos políticos (y) ponga fin a su campaña de represión», agregó.

El ministerio de Relaciones Exteriores bielorruso rechazó las medidas en un comunicado en el que destacó «la profundidad del absurdo» de esta decisión que «comienza a desafiar cualquier lógica».

El ministerio acusó además a Occidente de «demonizar» a Bielorrusia y aseguró que responderá tomando «medidas severas y asimétricas, pero adecuadas».

Bielorrusia acusa de la crisis migratoria a las mafias europeas que operan desde Alemania, Polonia y otros países de la UE que cobran a los refugiados para llevarlos a Europa.

El Consejo Europeo informó que esta ampliación de las sanciones «está dirigida a miembros prominentes del Poder judicial, incluida la Corte Suprema y el Comité de Control del Estado, así como a medios de propaganda».

Fueron incluidos en la lista funcionarios militares bielorrusos ligados al servicio de fronteras, dos jueces de la Corte Suprema, y el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, entre otros.

También, fueron incluidas en la lista de sanciones la empresa aérea nacional Belavia y la empresa de aviones charter Cham Wings Airlines, responsables por el traslado de migrantes hacia las fronteras de Bielorrusia con Europa.

En el listado también figuran dos firmas operadoras de turismo y dos de hotelería, por su papel en la obtención de visados, tránsito y recepción de los migrantes, según la agencia de noticias AFP.

Hasta este jueves, la lista de sanciones de la UE ya contaba con 166 nombres, incluyendo al presidente Lukashenko, y sus dos hijos, así como 15 entidades ligadas a su gobierno.

Se trata de la quinta ronda de sanciones coordinadas contra Minsk.

La UE teme que se repita la crisis migratoria de 2015 cuando cientos de miles de refugiados llegaron a Europa, en su mayoría procedentes de Siria, aunque también de Afganistán, Irak y otros países.

Bruselas tuvo que firmar en marzo de 2016 un acuerdo con Turquía para controlar los flujos migratorios, asignando fondos al país otomano para readmitir a los refugiados que buscaban entrar por Grecia.