El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, defendió este domingo la decisión de su gobierno de entregar bombas de racimo a Ucrania para pelear con Rusia, pese al rechazo de muchos de sus aliados occidentales.

El mandatario norteamericano afirmó que había sido una «decisión difícil», pero necesaria, la de entregarle las municiones a Ucrania, ya que son indispensables para la contraofensiva ucraniana.

«Esta es una guerra que se pelea de munición y se están quedando sin ella», dijo el presidente estadounidense.

Estados Unidos aprobó el viernes la entrega de bombas de racimo a Ucrania, una iniciativa muy criticada porque este tipo de munición está prohibida por tratados internacionales por los daños que provoca entre la población civil.

La decisión fue tomada en los días previos a la próxima cumbre de la OTAN, que tendrá lugar entre el martes y el miércoles en Vilna, la capital de Lituania.

Estados Unidos dijo que incorporar a Ucrania antes del fin de su guerra con Rusia sería problemático, porque el tratado de la Alianza estipula que todos sus miembros deben acudir en defensa de cualquier otro que se encuentre bajo agresión.

Esto obligaría a la OTAN a declararle la guerra a Rusia.

«No creo que haya unanimidad en la OTAN para incluir a Ucrania en la familia ya, en este momento, en medio de una guerra. Por ejemplo, si se hiciera, estaríamos decididos a defender cada pulgada de territorio OTAN. Es un compromiso que tenemos y que es irrenunciable», dijo.

«Si la guerra sigue, entonces estaríamos todos en guerra. Estaríamos todos en guerra con Rusia, si fuera el caso», argumentó Biden.

Varios países aliados de Estados Unidos y Ucrania, como Reino Unido, España, Canadá y Alemania, rechazaron de forma más explícita o tácita la decisión de Biden.

En Berlín, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, dijo que el Gobierno alemán debe aceptar que Estados Unidos suministre bombas de racimo a Ucrania.

El presidente recordó que, cuando ejerció como ministro alemán de Relaciones Exteriores, firmó en 2008 en Oslo el tratado internacional que prohíbe las bombas de racimo.

Por su parte, Biden dijo que habló mucho del tema con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, al que le aseguró que Estados Unidos seguirá apoyando con armamento y seguridad a Ucrania, igual que hace con Israel.

«Creo que tenemos que construir un camino racional para que Ucrania pueda ser apto para entrar en la OTAN», apuntó, al tiempo que recordó que ya antes del conflicto había rechazado las exigencias de Moscú de vetar el ingreso de Ucrania en la Alianza porque ésta tiene «una política de puertas abiertas».

«Pero creo que es prematuro convocar una votación porque hay otros criterios que cumplir, como la democratización y otras cuestiones», indicó.

La cumbre de la OTAN será clave tanto para Ucrania como para Suecia, país que ha solicitado el ingreso en la Alianza, pero que no ha podido materializarse por el veto de Turquía y de Hungría.