Los tres grandes fabricantes de autos de Estados Unidos pusieron fin este lunes a seis semanas de una inédita huelga gracias a un acuerdo preliminar con el sindicato para la firma de un nuevo convenio colectivo de trabajo, medida que celebró el presidente Joe Biden.

El trato fue alcanzado por General Motors (GM) y el sindicato United Auto Workers (UAW), luego de entendimientos similares con las empresas Ford y Stellantis.

Según un comunicado del sindicato, GM aceptó, al igual que sus competidoras, un alza del salario básico de 25% en los cuatro años de duración del convenio colectivo.

Biden, quien en campaña para su reelección concurrió a una de las protestas organizadas por los trabajadores en demanda de mejoras salariales, celebró lo que llamó acuerdos «históricos».

«Estos acuerdos récord recompensan a los trabajadores de la industria automotriz, que hicieron muchos sacrificios para que el sector continuará funcionando durante la crisis de 2009”, sostuvo el mandatario demócrata.

Los acuerdos prevén, además, medidas de ajuste al costo de vida, beneficios sociales y mejoras para los jubilados, entre otras.

«Los tres acuerdos son récord y unifican a nuestro sindicato», estimó UAW en un comunicado.

Según cada firma, el entendimiento tiene especificidades, como aumentar la cantidad de empleos en el caso de Stellantis.

Stellantis se comprometió a crear 5.000 puestos de trabajo cuando había previsto despidos en el marco del cierre de una usina en Belvidere, Illinois, que ahora fue «salvada», según Rich Boyer, vicepresidente de UAW.

GM se mostró muy satisfecha de alcanzar un acuerdo preliminar con UAW «que ilustra la contribución de los equipos» y permite «continuar invirtiendo» en el futuro, con «buenos empleos» en Estados Unidos, expresó la presidenta de la compañía, Mary Barra.

Más de 45.000 trabajadores llegaron a estar en huelga, como parte de una estrategia en la que UAW aumentó gradualmente el número de fábricas blanco de paros en busca de mejores condiciones salariales desde el 15 de septiembre pasado.

Era la primera vez desde la creación de este sindicato, en 1935, que las «tres grandes» de Detroit fueron objeto de una huelga simultánea.

Estos acuerdos deben ser ratificados por votación de los miembros de UAW.

Luego de comenzar por usinas menores y centros de distribución de autopartes, UAW extendió el movimiento a las fábricas más importantes y «lucrativas» de cada grupo de Michigan, cuna del automóvil en Estados Unidos.

Ford alcanzó un acuerdo preliminar el pasado miércoles, luego de 41 días de huelga, y Stellantis tres días después, el sábado.

Las cifras conocidas son inferiores al 40% que pretendía el presidente de UAW, Shawn Fain, cuando el sindicato inició la medida de fuerza.

Como se establece en los acuerdos alcanzados con Ford y Stellantis, los salarios de los trabajadores de GM subirán un 25% en los próximos cuatro años, con un 11 % de forma inmediata.

Además, los trabajadores temporales que llevan trabajando en GM desde hace más de nueve meses automáticamente serán permanentes con mejoras salariales.

El sindicato anunció que los empleados de Ford y Stellantis retomarían su trabajo sin esperar la validación por voto en el seno del sindicato.