Al menos nueve milicianos murieron en ataques aéreos estadounidenses, producidos durante los primeros minutos del jueves contra zonas militares en la provincia oriental siria de Deir al-Zour, informó un organismo que monitorea la guerra.

La cifra de muertos aumentará dado el número de combatientes gravemente heridos, después de que cazas estadounidenses golpearan instalaciones militares y un depósito de armas en Deir al-Zour, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

El Pentágono confirmó los ataques aéreos, señalando en un comunicado que el Ejército estadounidense ejecutó «ataques aéreos de autodefensa» sobre una instalación en el este de Siria como respuesta a los ataques contra personal estadounidense en Irak y Siria.

En tal sentido, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, Austin dijo que la operación llevada a cabo por un par de aviones de combate F-15, alcanzó la instalación de almacenamiento utilizada por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y grupos afiliados.

“Instamos contra cualquier escalada”, dijo el secretario de Estado, advirtiendo que el presidente Joe Biden, que autorizó el ataque aéreo, no tiene “mayor prioridad que la seguridad del personal estadounidense”.