El mensaje, emitido en dos tuits, del presidente Donald Trump con el que comunicó el despido de John Bolton, Asesor de Seguridad Nacional, despertó motivación y hasta alivio en algunas partes del mundo, en especial en aquellos que siguen o se interesan en novedades políticas.

La publicación se emitió a media mañana del pasado lunes 10 de septiembre, y a pesar de la intención de algunos medios de comunicación estadounidenses salieron rápidamente a atribuir la decisión alguna diferencia «particular» (con especial énfasis en el asunto de Afganistán) entre el funcionario y el presidente, fue el propio Trump el que dijo tener «muchas diferencias políticas» con Bolton.

“Le informé a John Bolton anoche que en la Casa Blanca ya no necesitamos de sus servicios. Yo discrepé con muchas de sus sugerencias, al igual que muchos otros miembros de mi gobierno, y por lo tanto le pedí a John su renuncia, la cual me dio esta mañana. Le agradezco por el servicio prestado. La próxima semana nombraré un nuevo Asesor de Seguridad Nacional”.

El ahora ex Asesor, había tenido ese lunes una mañana bastante «agitada», por lo menos según se desprende de su actividad en Twitter, donde había hecho publicaciones en contra de Irán y de otros «regímenes violentos». Luego de enterarse de la decisión del presidente, público un texto de despedida, donde insiste en que fue él quien renunció al cargo en primera instancia.

Uno de los que más raudamente salió a apoyar el despido de Bolton fue el senador Rand Paul, quien ya había pedido que fuera retirado de su cargo. “Aplaudo a DonaldTrump por tomar esta medida necesaria. El Presidente tiene muy buenos instintos en relación a la política de Relaciones Exteriores y respecto a eliminar nuestras guerras perpetuas. Deben trabajar con él personas que compartan esas opiniones”, tuiteó Paul, tras lo cual declaró ante periodistas que ahora “las posibilidades de una guerra mundial se reducen enormemente”.

Por su parte, el senador estatal de Virginia, Richard Black, quien en mayo también había pedido en forma directa apartar a Bolton de su cargo, por usurpar la autoridad de Trump como Comandante en Jefe para motorizar sus «guerras de cambio de régimen», se sumó a las «celebraciones».

“Nadie representaba una amenaza más grande para la paz mundial que John Bolton. Él se dedicó sin descanso a unir su nombre a una guerra, cualquier guerra, ya sea en Siria, Irán o Venezuela. Se ha quitado una nube oscura que se mantenía sobre la Presidencia de Trump. El mundo es un lugar más seguro ahora que John Bolton se fue”, expresó.

También hubo algunos que se mostraron contrarios a la decisión de Trump, calificados de «lamebotas del Gobierno británico» desde sectores que bregan por una disminución de las tensiones globales en Estados Unidos.

El senador Mitt Romney, dijo que “era una perdida extraordinaria para nuestra nación” y que está “muy disgustado” al calificar el despido.

En tanto, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Charles Schumer, eligió declarar a través de Twiiter que el despido de Bolton “es el último ejemplo del enfoque de gobernar-con-caos y de su política de seguridad nacional sin rumbo”.

El martes 12 de septiembre, un día después de echar a Bolton de su gobierno, Trump se pronunció ante periodistas que cubre la actividad de la Casa Blanca, y sostuvo que Bolton «cometió muchos grandes errores. Cuando habló del ‘modelo libio’ para Kim Jong Un, no fue una buena declaración precisamente…». «Eso nos echó todo para atrás… John es conocido como un tipo rudo. Es tan rudo que nos metió en Iraq, y eso si que fue rudo”, cerró.