Al menos once personas murieron, cinco de ellas niños, y ocho resultaron heridas este sábado en un bombardeo ruso contra la ciudad de Pokrovsk, en el este de Ucrania, mientras que Rusia anunció que derribó cuatro misiles ucranianos sobre Crimea, anexada por Moscú en 2014.

«Los rusos bombardearon la región con misiles S-300, matando a once personas e hiriendo a otras ocho», indicó Vadim Filashkin, gobernador de la región de Donetsk, quien precisó que el ataque «principal» se produjo en Pokrovsk y Rivné.

El funcionario difundió unas fotografías en las que aparecen rescatistas entre los escombros, ya que el bombardeo dañó seis viviendas.

«Rusia siempre debe sentir que ninguno de estos ataques pasará sin consecuencias para el estado terrorista. Debemos garantizar esto con nuestra fuerza, nuestra defensa y nuestras capacidades políticas», afirmó por su parte el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

«El ataque de los rusos estaba dirigido a edificios residenciales corrientes, a casas privadas», subrayó el mandatario.

En tanto, Rusia afirmó este sábado que derribó durante la noche cuatro misiles ucranianos sobre Crimea, después de que frustró otro ataque contra esa península y que derribó 36 drones.

«La defensa antiaérea interceptó y destruyó cuatro misiles ucranianos sobre la península de Crimea», informó el Ministerio de Defensa ruso, aclarando que la operación militar se llevó a cabo «sin víctimas que lamentar».

En tanto, Ucrania señaló que golpeó la base aérea de Saki, en el oeste de Crimea.

«¡Aeródromo de Saki! Se alcanzaron todos los objetivos», afirmó en las redes sociales el comandante de la fuerza aérea ucraniana, Mykola Oleschuk, y agradeció a los pilotos por «su excelente trabajo».

Crimea es una región clave para la logística de las fuerzas rusas que ocupan una parte del sur de Ucrania. Este territorio es atacado con frecuencia por misiles y drones ucranianos.

Por otra parte, unas 15 mujeres, esposas de los rusos movilizados para luchar en Ucrania, depositaron flores rojas de forma simbólica sobre la llama del soldado desconocido bajo los muros del Kremlin, en señal de protesta, para exigir el regreso de sus maridos del frente.

«Queremos llamar la atención de las autoridades y de la opinión pública. Probamos varios medios. Lanzamos un llamado por escrito a los diputados, responsables y administraciones, pero no fuimos escuchadas», explicó María, de 47 años.

Su marido fue movilizado en noviembre de 2022. «No es justo. Son civiles, no soldados», insistió, antes de añadir: «Nuestros hombres no pueden permanecer allí tanto tiempo».

María Semionova, asesora jurídica, pidió a las autoridades «negociar la paz» en Ucrania, tras dos años de conflicto.

Paulina, madre de un niño de un año, destacó que su manifestación es «la única acción pacífica que aún no ha sido prohibida por la ley».

«Tengo la impresión de que los estamos molestando. Pero nadie callará. Saldremos todos los días, todos los sábados, depositaremos flores», continuó.

Tanto Rusia como Ucrania intensificaron los ataques en los últimos días, en una guerra que estalló hace casi dos años, con la invasión a gran escala lanzada por el Kremlin contra Ucrania en febrero de 2022.