Por Mario Luzuriaga

El videoclub, el viejo y querido videoclub que alegró a tantas personas brindándole todas las fantasías posibles, aventuras e historias parece llegar a su fin.

El avance de la tecnología, la piratería y las nuevas plataformas digitales fueron factores determinantes para la clausura de muchos de estos locales, hasta inclusive cadenas multinacionales como Blockbuster o Tower Records. Pero aún queda un minúsculo sector que se resiste ante estos avances, que da una esperanza a aquellos cinéfilos de la primera hora para que puedan buscar verdaderas rarezas y material de culto, y a su vez, un lugar donde disfrutar del séptimo arte.

A mediados de los ochenta empezaron a llegar estos locales que rentaban películas, e inclusive, las videograbadoras. Así nacieron empresas editoras inolvidables como fueron «AVH», «Gativideo», «Transeuropa» y «LK-Tel», por mencionar las más importantes.

Surgieron entonces, estos «templos» del cine en los que se podía disfrutar en la comodidad de la casa y en donde convivían las más grandes estrellas como Humprey Bogart, Clint Eastwood, Meryl Streep y Sylvester Stallone. Este es el caso de «Videoteca», ubicado en Entre Ríos al 1700, un local que tiene todo el cine en diversos formatos.

Su dueño, Fabián Del Pozo, es un apasionado y mantiene abierto su local ante todas las adversidades. Mucha gente acude para buscar material que sirve de consulta y de estudio, como así también se encuentran títulos que ni siquiera los formatos modernos han adaptado y una amplia gama de películas editadas en VHS, o más conocidos como videocassette.

«Además de ser un videoclub disponemos de un espacio en el que puede confluir la gente que tiene interés de aprender sobre cine», afirmó su titular, quien comenta que el local también es un lugar para realizar charlas, debates y proyecciones.

Consultado sobre el cierre de los videoclubes dijo: «Es una realidad que no la podemos esquivar porque son nuevas tendencias y hábitos de consumo». Comentó que la actividad se redujo y que hay cada vez más cierres y menos empresas que editan películas.

«El porqué de esto se lo achacan a la piratería, pero yo apunto al cambio de hábito de los consumidores», afirmó.

Además, agregó que las personas ya no tiene más reproductores, sea de DVD o Blu-Ray, porque utilizan los televisores «smart» o las consolas de videojuegos, para poder ver películas de manera online.

«Una de las causas también se da porque la gente consume muchas más series que antes. Las nuevas plataformas contienen la mayoría de las series y eso hace que se genere un público cautivo», aseguró Del Pozo.

Haciendo una recorrida por el local, llama la atención la amplia colección en formato VHS. Del Pozo comentó que lo que tienen disponible en ese material es lo que ninguna editora pudo sacar en formato DVD. Hay una gran estantería con material de cine extranjero y argentino.

«Nosotros defendemos la variedad porque también tenemos una gran cantidad de películas que se consiguen fácilmente», afirmó. Y agregó: «La desventaja que tienen las plataformas es que no están en simultáneo con lo que se estrena en los videoclubes y mucho menos en el cine, ya que sólo le ofrece sus productos a sus clientes».

Del Pozo también utiliza las redes sociales para poder estar en contacto con los clientes, para saber qué es lo que realmente buscan, para poder realizar la mayor personalización posible.

Sobre si el videoclub está muerto, contestó: «Hay que pensarlo a otra escala y siempre seguir estando actualizando el material constantemente». También explicó que existe un gran problema con el cine nacional, ya que no hay más empresas editoras y por eso los filmes demoran en llegar a los videoclubes.