Un informe publicado ayer por la Cámara de Industria y Comercio de Carnes de la Argentina indica que el consumo por habitante de carne vacuna descendió en el primer trimestre de este año en el orden de un 6% con respecto al mismo período de 2015.

En una charla con Conclusión, el presidente de la Sociedad de Carniceros de Rosario, José García, adujo que el descenso “tiene varios factores” y que entre ellos los más significativos son el “cambio de costumbres alimenticias” y el “bolsillo de la gente”.

Sin dudarlo, García dijo que “la primera de las causas tiene que ver con el cambio en la dieta alimenticia ya que en los años 70, el consumo era de 90 kilos por habitante” y hoy está en el orden de los 55 o 56 kilos por habitantes.

El pico de consumo se ubicó en el año 2007 en 67,7 kilos por habitante, frente a los 55,9 que registra el primer trimestre de este año. En ese sentido, García abonó su argumento al explicar que “el consumo de pollo anda entre 45 y 47 kilos por habitante y que el de cerdo, que casi no existía, está en el orden de los 8 a 10 kilos por habitante, además del alza en el consumo de verduras”.

Consultado al respecto de las razones por las que cambió la dieta, el titular de los carniceros rosarino señaló que “hay mucha publicidad de los mismos médicos que dicen que hay que consumir menor cantidad de carnes rojas”.

“Lo que digo no es antojadizo, ya que por un lado cambió el grado de conciencia de la gente en cuanto al cuidado de su salud, pero también por el otro tiene que ver el bolsillo del consumidor ya que no es que no se compra carne sólo porque está cara, sino también porque no le alcanza la plata para pagar los servicios, la luz, los impuestos…”, remarcó García.

Asimismo, expuso que “en marzo esperábamos una recuperación en las ventas, pero esto no sucedió como en años anteriores después del período de vacaciones”.

No obstante, García se mostró optimista de cara al futuro de la producción ganadera: “Yo lo veo con expectativas buenas por las políticas públicas a mediano y largo plazo que todavía no se ven claramente”.

“Estimo que ese tiempo será no menor a dos años, no hay dudas de que es así, pero el tema que hay que atender es el mientras tanto porque hay mucha gente que vive de este negocio”, finalizó.