Todas las semanas se emite por el canal de YouTube de Conclusión un ciclo que buscará acercar la realidad, para poder interpelarla profundamente. Es por ello que Catalejo, a lo largo de treinta minutos, abordará diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.
En este capítulo Gisela Gentile y Alejandro Maidana dialogaron con Belén, Karina y Alejandra, integrantes de la agrupación «Luz del cielo». La misma contiene y cobija a mamás y papás que han perdido a sus hijos durante el embarazo, al momento del nacimiento o en los primeros meses de vida.
Esta organización sin fines de lucro que fue fundada el 3 de noviembre de 2013, es una cadena sin jerarquías que funciona y se sostiene gracias a todos sus eslabones. Las familias que la componen han perdido a sus hijos de manera perinatal, neonatal e infantil, y desde ese momento han comenzado a transitar un largo sendero de dolor que necesita de contención y de un protocolo acorde a la situación.
Sin dudas se trata de un espinoso camino, el duelo ante la pérdida del ser más amado, interpela las fibras más profundas de la existencia humana. Por ello, la necesidad de visibilizar este proceso, busca por sobre todas las cosas poner en relieve una problemática que atraviesan muchas familias de nuestro país que pelean por lograr la toma de conciencia necesaria, tanto de la salud pública como de la privada.
«A luz del cielo se suman mamás y papás permanentemente y somos testigos de la importancia de llevar a cabo este tipo de acciones para velar por la mejoría y bienestar de los padres ante la devastadora experiencia de perder un hijo.Se está preparado para la vida, no para la muerte» sentenció Belén.
La mayoría de los médicos, el sistema de salud en general no cuenta con protocolos para este tipo de situaciones.»Cuando falleció mi hija estuve en la misma sala con una mamá que estaba con su bebé recien nacido. En ese momento pasé situaciones muy dolorosas, en donde por ejemplo ingresaba una enfermera que había cambiado de turno y me preguntaba dónde estaba mi bebé», comentó con tristeza Karina.
