VIERNES, 29 DE NOV

Asambleístas acampan para que se detenga obra en un parque de San Luis

“Se trata del último pulmón verde con el que cuenta la localidad de Juana Koslay”, explicó uno de los referentes de la asamblea de vecinos de la ciudad puntana.

 

Integrantes de la Asamblea Ciudadana por el Vulpiani acampan desde anoche para resistir la megaobra planificada por el gobierno provincial sobre una superficie de más de 12 hectáreas, con una inversión de 1.800 millones de pesos, que avanza sobre “el único pulmón verde que queda en Juana Koslay” ubicado a aproximadamente a 7 kilómetros de la ciudad Capital de San Luis.

El proyecto que fue anunciado el 12 de abril por el gobernador Alberto Rodríguez Saá contempla la ejecución de edificios con locales comerciales y oficinas; red de agua potable, energía eléctrica, gas natural, cloacas y fibra óptica; nueva red vial, puente vehicular peatonal nuevo y senderos peatonales; y un teatro al aire libre para más de 100 personas.

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La obra prevé intervenir además los miradores del Cerro y Salto La Salamanca, “un geositio con millones de años de historia que permite reconstruir didácticamente el paisaje de antaño y comprender la evolución geológica que generó el paisaje actual”, afirmó el geólogo y profesor universitario Héctor Luis Lacreu, en un trabajo publicado sobre esa parte del parque.

“Se trata del último pulmón verde con el que cuenta la localidad de Juana Koslay”, explicó Luis Jobaggy, referente de prensa de la Asamblea que a partir del anunció se reúne en el lugar cada fin de semana para “defender el patrimonio natural y pedir que sea declarado como una reserva natural, que permita vivir en armonía con la naturaleza”.

Los asambleístas afirman que “han agotado la vía administrativa” frente al gobierno provincial para “ser escuchados y encontrarse en el diálogo», y continúan para que «la intervención en el predio sea respetuosa de los bienes naturales que representa un bosque nativo con ejemplares de algarrobo de mucha edad”.

En ese escenario, la Asamblea solicitó el estudio de impacto ambiental que avale el avance de la obra que ya está en ejecución, con máquinas actuando sobre parte del predio, por lo que el acampe “ha sido nuestra manera de resistir al avance del desmonte”.

El 1 de junio pasado se publicó un edicto en el que se abrió la instancia de Consulta Pública, el acceso a la información de impacto ambiental, la posibilidad de realizar consultas, reclamos y observaciones sobre la misma, sobre un expediente de 500 fojas.

Ayer, las máquinas de la empresa Servin S.R.L. ingresaron al predio para iniciar la obra y los asambleístas organizaron el acampe que, en horas de la mañana de hoy y tras una rueda de prensa, se trasladó “unos metros más adentro del parque para quedar dentro del alambrado que la empresa ha comenzado a instalar como parte de la obra en ejecución”.

 

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