Un 17 de noviembre de 1972 se daba la movilización popular más grande de la historia, cuando Juan Domingo Perón aterrizaba en suelo Argentina tras 17 años y 52 días de exilio haciendo realidad la consigna «Luche y vuelve».

«A pesar de mis años, un mandato interior de mi conciencia me impulsa a tomar la decisión de volver, con la mejor buena voluntad, sin rencores que en mi no han sido habituales y con la firme decisión de servir, si ello es posible», había escrito Perón en una solicitada publicada el 7 de noviembre de ese año, 10 días después se concretaba su regreso al país.

Fue hace 51 años, y pese a las intensas lluvias y las prohibiciones por parte del Gobierno, que una multitud acompañó al ex presidente en su retorno a su país. Esa fue sin dudas una de las movilizaciones más grandes de la historia de Argentina. Recientemente, cuando la selección argentina se consagra campeona del mundo se recordaba aquella movilización genuina de 1972, que puso en movimiento a millones de argentinos y argentinas.

 

Perón viajó desde Roma y aterrizó en el Aeropuerto de Ezeiza. El gobierno de facto había declarado aquel 17 de noviembre como día no laborable: prohibió las concentraciones y solo se podía acceder al aeropuerto de Ezeiza como “invitado especial”. Sin embargo, desde el sindicalismo se había dispuesto un paro general, convirtiendo a la CGT en el lugar central del Operativo Regreso del ex mandatario.

La llegada del líder justicialista de aquel año no fue la definitiva, ya que finalmente lograría instalarse en el país a partir del 20 de junio de 1973, luego de que Héctor J. Cámpora asumiera la presidencia.

“Luche y vuelve” se convirtió en una frase histórica de «lucha popular» en un contesto de resistencia Peronista. La juventud la tomó en 1972 para convertirla en una intensa campaña de actos, volanteadas y pintadas en todo el territorio argentino.