La Secretaría de Trabajo de la Nación dictó la conciliación obligatoria por un período hábil de 15 días a partir de este miércoles en el conflicto que por reclamos salariales mantienen los gremios portuarios y marítimos y los directivos de empresas y terminales, luego de que los trabajadores iniciaran anoche una huelga general de 72 horas, informó el sindicato.

La Ley 14.786 de conciliación obligatoria fue impuesta por la directora nacional de Relaciones y Regulaciones del Trabajo, Gabriela Marcello, y rige desde las 14 de este miércoles, por lo que la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra) que conduce Juan Carlos Schmid levantó esta tarde el paro general luego de una masiva asamblea.

La funcionaria laboral convocó a sindicalistas y empresarios a nueva audiencia para las 14 del 3 de abril próximo e intimó a las compañías a abstenerse de adoptar represalias con el personal agrupado en las organizaciones sindicales y, a los trabajadores, a deponer las medidas de fuerza iniciadas a las 20 de anoche por reclamos salariales.

El secretario de Prensa de la Fempinra, Luis Rebollo, explicó que la Federación y las empresas Buenos Aires Container Terminal Service S.A. (Bactssa), Terminales Río de la Plata S.A. (TRP) y Terminal 4 S.A. del Puerto de Buenos Aires «no lograron un acuerdo de recomposición salarial, lo que había derivado anoche en el inicio de un paro de 72 horas».

Rebollo indicó que «las compañías incumplieron lo firmado el 23 de agosto, que ratificaron el 28 de noviembre», y denunció que Rodolfo Sánchez Moreno, representante de los empresarios, sostuvo «la imposibilidad de reanudar las negociaciones paritarias».

Los trabajadores iniciaron la huelga anoche y, esta mañana, deliberaron en asamblea en el ingreso Wilson, entre las terminales 4 y 5, bajo la conducción de los dirigentes de la Fempinra Raúl Huerta, Roberto Coria, José Giancaspro y Raúl Lizarraga, entre otros.

La semana anterior, el personal había decidido el estado de «asamblea permanente» ante «el incumplimiento de las terminales y su negativa a retomar las discusiones salariales».