Los trabajadores marítimos y fluviales agrupados en la Federación Sindical Marítima y Fluvial (Fesimaf) establecieron un paro de 48 horas desde la medianoche de este jueves 6 de junio y cesaron las actividades de los remolcadores portuarios en todo el país.

La medida de fuerza obedece a la negativa de la Cámara de Armadores de Remolcadores (CAR) a otorgar un aumento salarial paritario por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) ya vencido.

La medida nacional que afecta a todo el mercado exterior repercute con fuerza en el puerto de Rosario y los integrados al Cordón Industrial, según explicó el secretario general del Sindicato de Conductores Navales (Siconara), Fernando Ramírez.

Asimismo, el dirigente gremial amplió: “La semana pasada tuvimos asambleas con los compañeros en los puertos explicando la situación y dejando claro que rechazamos también el posible regreso del pago de ganancias si se aprueba la Ley Bases y la derogación de la Ley de Cabotaje nacional que implica el fin de las operaciones de las empresas de bandera argentina.

Por su parte, el referente del Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU) de Rosario, Cristian Cardozo, agregó: “A las medidas las llevamos adelante los gremios marítimos y la Federación Sindical Marítima que incluye a todos los gremios navieros paralizando el comercio exterior”.

Otro sindicato que se sumó a la medida de fuerza es Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, cuyo titular en Rosario es Néstor Larrosa.

El conflicto

Luego de dos meses de negociaciones sin rumbo cierto, la Federación Sindical Marítima y Fluvial lanzó un paro sorpresivo de remolcadores que afectó a todos los puertos del país.

Al comienzo de esta semana, la Cámara de Armadores de Remolcadores y la secretaría de Trabajo de la Nación desaprovecharon las instancias de diálogo para encauzar una solución al reclamo de los trabajadores.

Se trata de una actualización salarial que equipare al IPC para los meses de marzo, abril y mayo.

El SOMU, junto al Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo; al Siconara, al Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales y la Asociación Profesional de Capitanes y Baqueanos Fluviales de la Marina Mercante, vienen exigiendo las mismas condiciones que se implementaron hasta esta nueva discusión.

Desde las organizaciones expresaron que “en cada encuentro, las empresas se preocuparon más por hacer notar la vulgaridad de su propuesta que por resolver el problema”.

La Cámara de Armadores de Remolcadores propuso el 0 % para los primeros 3 meses, luego pasó a 3 % por mes y este lunes la propuesta bajó a 2 % mensual.

Los dirigentes gremiales explicaron que hay un trasfondo que se ajusta a la nueva realidad del país “donde intentaron abrir la Zona Económica Exclusiva a los barcos chinos, donde permitieron que un remolcador extranjero reemplace el trabajo argentino, donde en los escritorios del Gobierno circula un borrador para abrir el Cabotaje Nacional a las banderas de conveniencia y por supuesto en concordancia con la reforma laboral y la Ley Bases”.

“Llevamos dos meses sin acuerdo y las empresas tomaron una postura mezquina y buscan la provocación constante”, sostuvieron desde la entidad que declararon el Estado de Alerta y luego lanzaron la medida de fuerza con impacto en todas las operaciones dependientes de los remolcadores.

Cabe destacar que la Federación gremial cerró acuerdos con otras cámaras del sector como la Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA), la Cámara Navieras Argentinas (CNA) y algunos armadores de remolcadores, que a diferencia de la CAR, entendieron el mesurado pedido conforme a la inflación informada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).

Por otro lado, ante la emergencia energética y la escasez de suministro para centrales termoeléctricas, la Federación exime de esta medida de fuerza a los remolcadores de asistencia para los buques gaseros de GNL que amarren o desamarren en puertos argentinos.