Los tres imputados fueron identificados como Claudio A., Diana Noemí T. y Hernan Manuel F., sobre quienes se dispuso la prisión preventiva por el plazo de ley.
El pedido recayó sobre los imputados luego de una ardua investigación y en “atención a las pruebas recolectadas”, dijeron los fiscales. El líder, que se hacía llamar "El Ángel", es un viejo conocido para los investigadores.
Dirigentes de Camioneros y el sindicato de la Alimentación coincidieron en que no se impidió el normal funcionamiento de la planta, hecho por el cual varios trabajadores fueron detenidos por la Policía.
Uno de los jefes es investigado por dar órdenes para que no se labren actas de infracción, para que no se realicen controles y para que se permita el paso de vehículos que no contaban con la documentación reglamentaria. También avisaba a amigos y a conocidos los lugares en los que había controles de alcoholemia.
Se trata de Sebastián C., quien participó de los dos hechos. Además, fue imputada su pareja, Nadin M., con quien tramó y ejecutó el ataque que acabó con la vida de Ángel Ocampo.
El juez Florentino Malaponte dictó la prisión preventiva para un hombre y una mujer que fueron imputados por "encubrimiento y defraudación".
Todos los imputados fueron acusados como autores de "homicidio simple con dolo eventual", tras concluir que el equipo médico del futbolista fue "deficiente", "temerario" e "indiferente", que sabía que que el astro podía morirse en el estado en el que se encontraba y que no hizo nada para evitarlo.
Los jóvenes de 26 y 27 años llegaron a la Fiscalía alrededor de las 14 y quedaron detenidos. Serán imputados en las próximas horas por el delito de lesiones dolosas graves.
Iara Rueda, de 16 años, desapareció el 23 de septiembre de 2020 y su cuerpo fue hallado 5 días después, atado de pies y manos, en un descampado. Los efectivos fueron imputados por "incumplimiento de los deberes de funcionario público", por no trabajar en tiempo y forma en la búsqueda de la joven.
El jefe de la organización operaba y elegía a las potenciales víctimas desde la cárcel. Un compañero del pabellón 11 de Unidad Nº6 de Rosario era quien hacía los llamados telefónicos, mientras que el tercer integrante retiraba el dinero y otros objetos de valor.
Ya son seis los detenidos por el homicidio de Carlos Alberto Franco, de 46 años, quien fue atacado a puñaladas el pasado 1 de enero por cuatro hermanos, mientras que otras dos personas habrían oficiado de encubridores.
Los uniformados fueron acusados de integrar una asociación ilícita con defraudación al Estado, ya que vendían a terceros repuestos y autopartes destinados a la Policía.