Tres hombres quedaron imputados este sábado por asociación ilícita, estafas y amenazas. Se trata de dos reclusos que operaban desde el penal y de una persona que estaba en libertad, quienes operaban como una organización estable y con continuidad en el tiempo, división de tareas y asignación de roles, al menos desde el 5 de diciembre de 2021 cooptando a potenciales víctimas para sacarle dinero, lo que se conoce como “el cuento del tío”. Los detenidos tenían acceso ilimitado a móviles de telefonía, utilizando el derecho a visitas quienes les proveían información y elementos para desarrollarse, indicaron desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA).

La Fiscal Valeria Haurigot de la Unidad de Armas les atribuye haber formado parte de una organización que cometía ilícitos y/o provisión de servicios a terceros para su realización, referidos a la realización de extorsiones y estafas hasta fines de enero de 2022.

Los imputados

Agustín M., jefe y organizador, es quien obtenía los datos para realizar los ilícitos, impartiendo instrucciones a otro de los imputados, Lucas T., quien se encontraba en libertad. El cabecilla de la banda, desde el Pabellón 11 de la Unidad Nº 6 de Rosario, elegía los destinatarios y el ritmo de trabajo con el objetivo de obtener ganancias con la desesperación de las víctimas.

Agustín M. quedó imputado este sábado por asociación ilícita en carácter de jefe/organizador, estafa, dos hechos de extorsión en grado de tentativa y amenazas coactivas, todo en concurso real.

El otro recluso que formaba parte de la organización es Adrián G., compañero de pabellón de Agustín M. y quien hacía las llamadas desde el penal en la mayoría de las comunicaciones extorsivas.

Adrián G. fue imputado por asociación ilícita en carácter de miembro, dos hechos de estafa y extorsión en grado de tentativa, todo en concurso real.

En tanto, el tercer imputado es Lucas T., quien operaba fuera del penal y era quien se encargaba de finalizar los actos delictivos como retirar el dinero pedido y otros objetos de valor. En la audiencia imputativa le adjudicaron ser miembro de asociación ilícita, dos hechos de estafa y extorsión en grado de tentativa, todo en concurso real.

El cuento del tío desde la cárcel

La banda ejecutó al menos 200 hechos de estafas, tentativas de estafa y extorsiones entre el 29 de noviembre hasta el 14 de diciembre de 2021 y luego desde el 16 al 31 de diciembre.

El 5 de diciembre de 2021 se comunicaron desde una línea telefónica simulando ser oficiales de tránsito y le dijeron a la víctima que su hijo había sufrido un siniestro vial. Luego uno de ellos, simulando ser su hijo y con voz de desesperación, solicitó ayuda a la víctima. Tras realizar dichos ardides le exigieron dinero bajo amenazas de matar al hijo. La maniobra no llegó a concretarse ya que el familiar del supuesto accidentado se comunicó con su nuera y se dio cuenta de que era un engaño.

El 13 de diciembre a las 20.30 se comunicaron a una línea de telefonía fija y simulando ser nietos de la víctima, aprovechando la situación de vulnerabilidad de la misma ya que presentaba problemas de audición y ubicación. Le pidieron dinero para una compra en un supermercado, exigiéndole 40 mil pesos. La víctima les dijo a los delincuentes que sólo tenía 20 mil, tras lo cual se presentó Lucas T. a su domicilio y retiró la suma de dinero.

El 29 de enero de 2022 se comunicaron a un teléfono fijo simulando también ser nieto de la víctima, diciéndole que estaba en un supermercado y que necesitaba una suma de dinero para abonar la compra aprovechando la situación de desconcierto de la víctima que cayó en la trampa y colocó 15 mil pesos y una tarjeta bancaria en un sobre que entregó a Lucas T.  quien se presentó en su domicilio simulando ser amigo del nieto.

El juez de Primera Instancia Nicolás Foppiani tuvo por formalizada audiencia imputativa dictando para Lucas T. la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley. En cuanto a Agustín M. y Adrián G.  se dispondrá un régimen especial de comunicación con el exterior consistiendo en limitar el contacto con personas no privadas de la libertad todo por el plazo de 90 días.