El hecho se produjo cuando un ómnibus de la empresa Vía Azul, procedente de Baracoa con destino a La Habana volcó. Según testigos el chofer perdió el control al tratar de adelantar a otro vehículo. En total hubo siete fallecidos.
"Las posibilidades de encontrar sobrevivientes se están reduciendo con el tiempo, pero historias increíbles ocurren", declaró la ministro de Salud, Veronika Skvortsova.
Además unas 30 resultaron heridas este jueves al caer un bus interprovincial a un abismo en la provincia peruana de Huarochirí. Brigadas de rescate y policías continúan con los trabajos de auxilio de las víctimas.
Una decena de personas fueron trasladadas en ambulancia a los hospitales, con heridas leves tras la caída de escombros. Otras 18 personas fueron por su propia cuenta al hospital debido a rasguños o ataques de ansiedad.
En la tarde de este martes, dos jóvenes recibieron plomos en las piernas y otro, que presentaba tres pedidos de captura, recibió múltiples disparos y se encuentra en estado reservado.
Uno se produjo en la ruta 2, con un micro que se dirigía hacia Mar del Plata, del cual 22 personas resultaron heridas, cinco de gravedad. El otro caso fue en la ruta 8, al chocar un micro y un camión.
Los dos episodios tuvieron lugar en la zona sur. El adolescente se encuentra internado en estado reservado con un disparo en el tórax. En tanto, la joven mamá fue alcanzada por una bala perdida en el abdomen.
Ocurrió alrededor de las cuatro de la mañana, cuando el festejo estaba por terminar. Un efectivo fue golpeado entre varios y otro recibió un botellazo en la nuca.
Decenas de edificios han resultado dañados por la fuerza del mar, que ha golpeado a las playas del sur de la isla de Sumatra y del extremo occidental de Java. Las autoridades han avisado de que el número de víctimas podría aumentar con el paso de las horas.
Ocurrió a la altura de Carmen del Sauce. Los hijos de la víctima fatal, que viajaban en el auto con él, fueron trasladados al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez con mútliples traumatismos.
Los incendios accidentales son frecuentes en India, sobre todo en Bombay, capital económica del país, debido a las reglamentaciones muy laxas y a criterios de seguridad insuficientes.