Al menos cuatro personas murieron hoy tras el derrumbe parcial de un edificio en Magnitogorsk, en la parte sur de los Urales, en Rusia, mientras 1400 socorristas trabajaban en la búsqueda de 35 desaparecidos.

«Las posibilidades de encontrar sobrevivientes se están reduciendo con el tiempo, pero historias increíbles ocurren», declaró la ministro de Salud, Veronika Skvortsova.

Los equipos de socorro hallaron cuatro cuerpos sin vida entre los escombros, pero lograron rescatar a varias personas, entre ellas dos niños, que fueron hospitalizadas con heridas de diversa gravedad, según indicó la agencia Ansa.

Las tareas de los socorristas sin embargo se complicaron debido a que lo hacen en medio de temperaturas de 17 grados bajo cero.

El derrumbe de siete de las nueve plantas de una sección del edificio situado en la calle Karl Marx fue al parecer provocado por una explosión de gas ocurrida a las 6 hora local (1 GMT).

En total, en el edificio viven más de un millar de personas y podrían ser evacuadas a hoteles, escuelas y dormitorios universitarios de la zona, cómo sucedió con los que residían en los portales adyacentes a los afectados por el siniestro.

Los trabajadores de emergencia, en tanto, han colocado estufas potentes para aumentar la temperatura entre los escombros en caso de que alguien que esté atrapado, no corra el riesgo de morir de hipotermia.