El objetivo del programa es cumplir con las exigencias ecológicas y ambientales que ciertos destinos -como la Unión Europea- demandan para comprar materias primas, granos y carne.
Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, coinciden en la urgencia de evitar el punto de no retorno en la degradación de la Amazonía.
Un informe del Instituto de Recursos nacionales advierte que el área total quemada o talada, es de 41.000 kilómetros y equivale a las superficies de Suiza o Paises Bajos. Más de la mitad de la destrucción ocurrió en Brasil y Bolivia.
Los principales estados más afectados por la devastación de la selva son Amazonas, Pará y Mato Grosso. El avance ilegal de la actividad agropecuaria está a la cabeza.
Luego de cuatro años de Gobierno bolsonarista, que según expertos debilitó regulaciones y organismos de protección ambiental, la mejora en los índices de deforestación podría demorar, evaluó la ONG Vida Silvestre Brasil.
El monitoreo satelital detectó 209 kilómetros cuadrados de bosques destruidos en la mayor selva tropical del mundo, según datos preliminares del sistema de vigilancia del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales.
El proyecto es liderado por el Gobierno argentino, a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, con el acompañamiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el financiamiento del GCF.
El presidente brasileño y el hombre más rico del mundo conversarán sobre la posibilidad de llevar internet a la selva amazónica y efectuar un seguimiento con la empresa del multimillonario, SpaceX, para seguir la deforestación ilegal en la misma región.
Diecinueve provincias argentinas firmaron convenios para implementar el programa Fondo Verde del Clima -que involucra 82 millones de dólares- con el objetivo de reducir las emisiones provocadas por la deforestación de bosques nativos.