Por Pablo Martínez

La selección argentina fue irregular y a pesar de tener más la pelota que la Roja, careció de poder de fuego. Messi tuvo un duelo con el golero Bravo, a quién no pudo vulnerar y la Albiceleste se tuvo que conformar con el empate.

En un partido intenso, el elenco de Scaloni asumió el protagonismo pero se encontró con un equipo que estuvo bien parado en el fondo y se le complicó generar jugadas de peligro para desnivelar.

En el momento menos esperado, llegó el penal polémico que Messi resolvió con autoridad para el 1-0, que quizás era demasiado para el trámite del juego. Chile reaccionó y encontró la igualdad antes del descanso sin hacer demasiado.

Lo mejor del conjunto nacional se vio en el complemento, rodeando al rival dentro de su área, por momentos y hubo un duelo entre Lionel Messi y el golero chileno, Claudio Bravo, que tuvo una destacada actuación y su arco fue casi impenetrable.

Argentina no supo generar ese pase filtrado para desarticular una férrea defensa chilena que sacó casi todo. Messi fue lo más peligroso del combinado nacional, con dos tiros libres casi perfectos, un remate abajo y sus arranques que carecieron de final.

Quizás haya faltado otro hombre con claridad para el juego profundo, Lautaro Martínez estuvo muy escondido entre los centrales visitantes, Di María y Ocampos no gravitaron como se esperaba, y a la Albiceleste le sobró un cinco, porque De Paul y Paredes, jugaron muy cerca.

El jugador que dio la nota fue el debutante Romero, que cerró toda la defensa argentina cada vez que lo llamaron a cerrar todo intento chileno.

Argentina deberá mejorar en el juego, le sobra intensidad pero esta noche encontró un equipo muy disciplinado en el bloque defensivo que le presentó un gran problema, generar ese último pase para dejar a un hombre dentro del área con claras chances de anotar.