El fútbol y los recuerdos de la vida confluyeron hoy en un emotivo homenaje a César Luis Menotti, declarado deportista y técnico distinguido por el Concejo Municipal de Rosario. Así, la ciudad abrazó a una de sus estrellas, aquella que lo viera nacer hace 78 años en barrio Fisherton y forjarse como leyenda en Rosario Central y la selección argentina.

“Cuando me pongo a pensar todo lo que pasó hasta hoy, no lo puedo creer. Vuelvo a Rosario como si me hubiese ido ayer. Siempre digo que si tengo algo de bueno, lo aprendí en esta ciudad”, declaró Menotti al micrófono de Conclusión.

Más tarde, el Flaco sería agasajado en el recinto por concejales y seres queridos, en un evento conmovedor donde hablaron diferentes personalidades, se pasó un video sobre su historia y le entregaron decreto, diploma y plaqueta recordatoria. Familiares, ex jugadores y amigos de la infancia estuvieron presentes.

Más tarde, entrevistado por la prensa y cambiando el foco, Menotti dijo estar “muy enojado por el despropósito con el que se ha manejado el fútbol argentino. La insensibilidad y la falta de participación de un Estado que debería haber vigilado mucho más de cerca esta historia. Son años de estafar los sentimientos de la gente”, enfatizó.

Al ser consultado sobre la AFA, el Flaco cuestionó “el desorden, la mala utilización del deporte y el negocio. No hay que olvidar que el fútbol le pertenece a la gente. Central nació por unos tipos que vinieron a jugar a la pelota. El escenario del fútbol lo hizo la gente, merece ser defendido. Volver a la cancha de Central es como regresar al barrio. Y los clubes han sido demasiado maltratados. Se han matados pibes contra las paredes, ¿quién autoriza a jugar ahí?”, dijo.

Sobre la selección argentina, Menotti esbozó que “es difícil hablar de estilos: Martino fue víctima de la fatiga que genera la conducción y Bauza recién empieza. Estos jugadores están salvados económicamente y vienen acá a jugar; no merecen ser denostados. Se los puede criticar futbolísticamente, pero no más que eso”.

“Central es como mi casa, siempre trato de participar. Yo estuve muchos años alejado del club. Alejado no del corazón, sino del manejo. Hoy lo veo bien, feliz, porque juega muy bien. Me encanta el técnico (Eduardo Coudet), lo aprecio y conozco mucho, venía a comer con nosotros en Guadalajara. Me gusta el temperamento del Chacho, me gusta cómo juega Central”, continuó el Flaco.

En referencia a Teófilo Gutiérrez, Menotti consideró que “ha tenido siempre un problema del escenario. Siempre hay alguna tabla que se le mueve y lo hace trastabillar. Si fuese por condiciones, es un jugador excepcional. Si se dedica a jugar, estamos en presencia de un futbolista temerario para el adversario. Ya está grande, confío en él”, terminó.

Palabras del ídolo

Arriba del escenario, luego de un emotivo y cálido recibimiento de la gente, que terminó coreando su nombre desde las gradas del recinto, se entregó el decreto, el diploma y la plaqueta recordatoria, de parte de los ediles que impulsaron la iniciativa.

Así, Aldo Pedro Poy dijo: “Para un futbolista no hay nada mejor que reconocer a otro futbolista. La ciudad tenía una deuda con él, porque aquí nació y jugó”. Y Carlos Comi agregó: “Menotti es un peregrino del fútbol, campeón de todo, y hoy tenemos el honor de abrazarlo desde Rosario”.

Este fue el discurso completo del Flaco desde el atril, con lágrimas y emociones de por medio:

“Después de haber pasado por tantos  micrófonos, esto es lo más difícil de mi vida. Amo a esta ciudad. Mis viejos murieron jóvenes y a mí me salvó el barrio. Aprendí a militar en política, hasta que empecé a jugar al fútbol en San Jerónimo y me llamaron de Central. Luego sigue la historia que ya conocen. Pero de todo lo que me ha pasado en la vida, este homenaje es lo más lindo, porque estoy en mi ciudad, con mi gente. Agradezco a todos: a Central, que fue mi club de toda la vida, mi casa. Cuando veo la camiseta canalla en un campo de juego, se me vienen mil recuerdos hermosos. Por otro lado, me duele que Rosario siempre sea recordada por lo mismo (la violencia), mientras que se omiten cosas maravillosas de esta ciudad. Antes había droga, como probablemente haya ahora, pero no entraba a los barrios porque existían clubes y centros de contención social. Por eso digo que el problema no se soluciona trayendo a miles de gendarmes, sino poniendo el foco sobre los clubes del barrio. El fútbol es de la gente. Nos sobra cultura e historia como para seguir siendo maltratado”.

El Chelito Delgado debutó de la mano del Flaco

Marcelo Pagani, dupla del Flaco en Central

Marcelo Pagani es otra de las glorias futbolísticas canallas. Surgido en la cantera de Central, pasó también por River, Inter de Milán y la selección argentina, con quien jugó el mundial de 1962. Conclusión dialogó con el ex compañero de ataque de Menotti, quien lo acompañó en su reconocimiento: «Fue muy lindo, hacía mucho tiempo que no lo veía al Flaco. Empezamos juntos en Central, él guarda buenos recuerdos,apenas me vio vino a saludarme».

«La enseñanza que me deja el Flaco: era un muy buen jugador, que te mataba cuando le pegaba a la pelota. Era fastidioso, no se la podías dar un par de metros adelante (risas). Dejó un estilo de fútbol marcado, hizo una carrera brillante. Eramos muy afines, recuerdo que nos quedábamos en Buenos Aires a ver a Osvaldo Pugliese en La Boca. A los dos nos gusta el tango», agregó Pagani.

«Nosotros siempre añoramos el club que nos vio nacer. Te cuento una anécdota: cuando yo jugaba para River y teníamos que enfrentar a Central, le pedí al técnico no jugar, porque estaba seguro que le iba a hacer uno o dos goles a Central. ¡Me muero! Le dije al técnico que era como jugar contra mis amigos, contra mi familia y contra el club que me vio nacer. Y al final no me puso», recordó Pagani con una sonrisa.

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