Por Fabrizio Turturici

Fuertes vendavales resoplan sobre la Asociación del Fútbol Argentino haciendo tambalear su arcaica estructura y poniéndole fin a una monarquía absoluta que reinó sobre los clubes como si fueran meros súbditos del sistema podrido. Es que buenos augurios asoman sobre el horizonte, tras la reunión de ayer entre el presidente Mauricio Macri y los altos dirigentes de la AFA Daniel Angelici y Matías Lammens (presidentes de Boca y San Lorenzo, respectivamente).

Las causas de la cumbre, que tuvo lugar en el despacho presidencial de la Casa Rosada, fueron organizar el futuro político de la AFA, así como económico y financiero también. No obstante, el eje central era aceitar los engranajes del programa elaborado de Fútbol para Todos, que ha generado un gran agujero negro de divisas perdidas durante la pasada gestión. Un simple dato rinde cuentas de lo recién mencionado: en los últimos años, el gobierno de Cristina Fernández destinó mayores presupuestos al Fútbol para Todos que al propio Ministerio de Cultura, o, por citar más ejemplos, que a la urbanización de las villas.

Entonces, los resultados pueden vislumbrarse con gran satisfacción. En primera instancia, el mandatario prometió liberarlos de un costo importante y hacerse cargo de la seguridad en los partidos. Además, garantizó la aplicación del derecho de admisión sobre los violentos de las tribunas, en su mayoría —aunque no exclusivamente— barrabravas. Esto tuvo su semilla de origen en la imposibilidad de los dirigentes deportivos ante la reducción de los crecientes hechos de violencia.

En este orden, cabe realizar un análisis político que está a la vista de todo aquél que analice superficialmente el tema: Macri adoptará un papel fuerte y preponderante sobre los destinos del fútbol, y tendrá incidencia pesada sobre cada jugarreta a realizarse desde la sede de calle Viamonte.

Como empresario devenido en dirigente y —posteriormente— político, Mauricio Macri no escatima su pasado y vuelve sobre los pasos caminados. No para ponerse a la altura del mandamás de la AFA, sino para ir de la mano y coordinar los accionares del mismo, luego de la vista gorda que hicieron las pasadas gestiones del Ejecutivo con Julio Humberto Grondona.

En la contraparte de las negociaciones, Angelici y Lammens reclamaron un nuevo aumento del dinero de Fútbol para Todos. Macri no dio respuestas concretas acerca del caso y pidió que tengan “ingenio” para conseguir nuevos ingresos que aplaquen las arcas estatales.

Inesperadamente, la noticia del día llegó cuando el presidente de la Nación avisó que los iba a liberar de un permanente dolor de cabeza, además de gran gasto económico: la seguridad alrededor de los estadios. Para colmo, “de todas las categorías”, según abrevió Lammens. Cabe destacar que, aproximadamente, se requieren de 250.000 pesos para garantizar un partido de primera.

A su vez, se analizaron los planes puestos en marcha con el propósito de superar la situación de ahogo de esa asociación y demás entidades deportivas. Puntualmente, se trató el plan de desendeudamiento de los clubes con AFA, a los que se retendrá el 30 por ciento de los derechos televisivos, hasta que queden al día con los números. La idea es que la entidad máxima del fútbol argentino no siga presentándose como un padre de la mafia, que te da por un lado y te quita por el otro, sino que tome una posición de firmeza y exigencia para que los clubes cumplan con sus responsabilidades.

Este proceso llevará tiempo, pero ofrecerá sus frutos en un futuro inminente. “Vamos hacia eso, pero no será durante este torneo, sino a partir del próximo. No esperen grandes anuncios por ahora», contó una fuente del Gobierno vinculada a FpT. «Primero se discutirá en la AFA para luego hacer participar del proceso a las policías de las distintas provincias del país», completó el funcionario, a la vez que anticipó que los costos de los operativos policiales le saldrán al Estado «más barato que a los clubes».

El único contrapeso será calcular qué cifras alcanzarán al Banco Central de la República Argentina. Sin embargo, afrontar esta situación era necesario, ya que a los dirigentes se les estaba escapando de las manos. Y cargar con un muerto en las espaldas (que ya hubo, y muchos…), pesa más que cualquier dinero.

En síntesis, los resultados de la cumbre en Casa de Gobierno cayeron como una lluvia refrescante sobre la AFA, que venía siendo bastardeada y vapuleada por números en rojo, finanzas oscuras y de poca transparencia, con presidentes que, desde el sillón de calle Viamonte, manejaban como títeres a los dirigentes deportivos, súbditos de un sistema precario.

La televisación, en proceso

Luego de que el titular de Fútbol para Todos, Fernando Marín, anunciara que los partidos de los denominados “grandes” (Boca, River, Racing e Independiente) no serán televisados por la TV Pública al dar a entender que la cobertura de los mismos quedará en manos de Telefé y Canal 13, pertenecientes al Grupo Telefónica y Clarín, respectivamente, se suscitó una cadena de críticas.

Las últimas renegociaciones de los derechos televisivos indicaron, sin excesivos detalles, algunas cuestiones. Por ejemplo, que los partidos de San Lorenzo sean trasmitidos, alternativamente, por Canal 9 y TV Pública.

No se trata una decisión unilateral por parte de Marín ni de una “devolución de favores” de Macri al famoso grupo presidido por Magnetto, sino que se convocó a todos los canales abiertos para la toma de definiciones y se arribó a un puerto común con el acuerdo de todos los actores. Algunos, como a Canal 9, no les interesó participar de la misma.

En cuanto al Nacional B, ya se informó que el programa FpT no se hará cargo ya de la televisación de los partidos de esa categoría. Con esto, y a pocos días del debut, aún no hay novedades. Sí un principio de acuerdo entre Matías Lammens e Ignacio Galarza, CEO de Torneos, para que el ascenso sea cubierto por TyC Sports. Según trascendió, habría cuatro partidos del Nacional B; tres de la B Metropolitana; y uno de la Primera C.

De todas maneras, ante la cercanía del inicio, este proceso comenzaría a correr a partir de la segunda fecha, si es que se sella el acuerdo previsto. Como último dato, no se han revelado aún cuáles serían las cifras para los clubes. Tampoco se precisó qué hacer con la Copa Argentina, aunque lo más probable es que se vea a través de la pantalla de TyC.

Lo más importante a resaltar en el caso Fútbol para Todos es que el Estado propondrá publicidad a empresas privadas para sustentar el costoso programa y hacerlo sin asaltar el bolsillo de los ciudadanos, que pagan impuestos para un proyecto que era selectivo y arbitrario. Con esta pluralidad de anuncios, se aliviará notablemente la caja estatal.

También —tal como prometió durante su campaña— Macri pondrá punto final al aparato propagandístico que se lanzó desde el gobierno kirchnerista hacia los inocentes fanáticos del fútbol, a través de una pantalla que tenía ganada una enorme cantidad de audiencia por el simple hecho de trasmitir partidos, y que fue utilizada con fines injustos, ya que la televisión estatal pertenece a todos y no a un gobierno con determinado signo político.

¿Vuelven los visitantes?

Los hinchas visitantes no volverán a copar las canchas del fútbol argentino, por lo menos hasta que no estén dadas las condiciones y garantías para sus retornos. Así lo confirmaron altas autoridades del fútbol en conjunto con los encargados de la seguridad nacional.

Aunque en los pasillos de la AFA se escucha cada vez con más frecuencia y resonancia las conversaciones acerca de la regreso de las hinchadas visitantes, aún no hay novedades concretas. Se analizará la situación durante los próximos meses y se trabajará sobre lo trabajado para hacer el sueño, que hoy en día parece más lejano que nunca, realidad.