La selección argentina femenina de hockey sobre césped, Las Leonas, le dio una despedida ideal a su emblema Luciana Aymar y se consagró anoche campeón del Champions Trophy de Mendoza al superar por
penales (3-1) a Australia, luego de haber igualado 1-1 en el tiempo regular.

Con una soberbia actuación de su arquera Belén Succi, que atajó tres penales australianos -un mano a mano con una jugadores rival durante ocho segundos-, Las Leonas sumaron su sexto título de Champions Trophy y defendieron el trofeo ganado en Rosario en 2012.

En el tiempo regular, las dirigidas por Santiago Capurro, que hizo su debut oficial como entrenador, igualaron 1 a 1 por un gol de Katrhyn Slattery para las oceánicas y el empate de Florencia Habif, también en el tercer cuarto, al desviar un disparo de Noel Barrionuevo a la salida de un córner corto.

Este triunfo significó la despedida soñada para Luciana Aymar, elegida ocho veces la mejor jugadores del mundo, que jugó su último partido con la camiseta albiceleste para cerrar una carrera más que exitosa.

Una muestra de que fue un justo campeón radicó en que recibió el premio a la mejor arquera con Belén Succi, la mejor jugadora con «Lucha» Aymar y la goleadora con Carla Rebecchi, con cinco tantos.

Un partido con poco vuelo

La final del Champions Trophy estuvo lejos de tener la emoción de la semi ante el archirrival Holanda, porque con menor vértigo que las «Naranjas», las australianas tuvieron un poco más de posesión y llegaron con más riesgo.

Claro que debieron rendirse ante las enormes tapadas de Succi, que respondió en forma espectacular en un par de intervenciones.

Sin embargo, a los 5 minutos del tercer cuarto, Mathilda Carmichael sirvió dentro del área para Kathryn Slattery y esta tocó suavecito la bocha para superar la estirada de Succi.

Con pocos destellos de «Lucha» Aymar, quien lució un poco más cansada que en el resto del torneo, Las Leonas intentaron hacer daño a partir de los avances de Delfina Merino, Carla Rebecchi y el talento de Rocío Sánchez Moccia.

De todas maneras, el empate rápido devolvió la tranquilidad, cuando Noel Barrionuevo remató a la salida de un córner corto y el oportuno desvío de Florencia Habif puso el 1-1.

Los minutos corrieron, las oceánicas volvieron a tener el dominio y Succi tuvo un par de doble tapadas que agigantaron su figura para transformarse en la gran responsable del título.

El 1-1 decantó en los penales australianos, que en el inicio de la definición tuvo la última intervención de «Lucha» Aymar, con mucho suspenso porque evitando los lujos se metió en el área, remató fuerte y la bocha dio en los dos palos, aunque para las juezas fue gol.

Después, Succi firmó su impresionante torneo: achicó y forzó el tiro desviado; Rebecchi y D Elía anotaron sus siguientes; Australia convirtió en el segundo, pero Succi tapó dos veces el tercero y cuarto para ganar el Champions por 3-1 y desatar la fiesta perfecta.

La que tanto se merecía Lucha Aymar, irse campeona, bañada en oro.