La victoria de Estados Unidos sobre República Checa significó un primer punto de tranquilidad para la selección argentina de básquet, que jugará en la madrugada del domingo ante el anfitrión Japón con la obligación de sólo ganar, sin necesidad de una diferencia determinada en el resultado, para avanzar a los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Se trata de un duelo mano a mano entre la Albiceleste y los nipones, dirigidos por el argentino Julio Lamas, que se iniciará a la 1.40 de esta madrugada y determinará el futuro de El Alma en el torneo del que fue campeón con la medalla de oro en Atenas 2004.

Hoy, en plena reconstrucción pese a ser el actual subcampeón del mundo, el equipo conducido por Sergio Santos Hernández sufrió ante Eslovenia y España, pero intentará reencontrarse con su mejor versión ante Japón, sin el lesionado alero Patricio Garino.

En el horizonte, si todo sale bien y clasifica como uno de los mejores terceros de las tres zonas de competencia, aparecerían Francia -que arrasó incluso con Estados Unidos en la fase de grupos- o Australia, dos rivales que están dentro de los candidatos al podio.

En este nuevo formato los cuartos de final irán a sorteo, aunque condicionados porque dos conjuntos que salieron de un mismo grupo no podrán enfrentarse en cuartos, y el mejor segundo ingresará al bombo uno y no podrá competir contra ningún tercero.