En este caso, la atención del mundo estuvo posada nuevamente en Medio Oriente, dado que en el marco de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza y otros escenarios de violencia, ha acontecido un hecho inédito: un ataque directo desde la República Islámica de Irán al Estado de Israel.

Irán lanzó desde su territorio unos 300 drones y misiles balísticos y de crucero contra el territorio de Israel como respuesta al bombardeo de una sede diplomática iraní en Siria, atribuido a Israel, y que se cobró la vida de importantes dirigentes de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), el cuerpo de élite más importante del régimen de los Ayatolás. En dicho ataque, asesinaron a Mohammad Reza Zahedi, un importante general de la CGRI.

La acción fue neutralizada casi en su totalidad, salvo algunos daños en una base militar en el sur de Israel. Para tal neutralización, además del sistema defensivo israelí fueron clave las acciones de países como Estados Unidos, Jordania, el Reino Unido y Francia, que colaboraron con la interceptación de estas armas.

Si bien el ataque iraní fue con previo aviso y la delegación de Irán en la ONU avisó sobre la conclusión del mismo, las incógnitas giran en torno sobre la posible respuesta de Israel a esta nueva acción en Medio Oriente. La ofensiva en la Franja de Gaza opera como banda de sonido de toda esta dramática situación que pone al borde del descontrol a esta región del mundo. Hasta ahora, Irán e Israel se habían enfrentado en el marco de las “guerras proxy” o a través de los grupos patrocinados o apoyados por Irán, como el Hezbollah libanés, la Jihad Islámica Palestina, y algunas milicias iraquíes y sirias. Israel, por su parte, ha realizado acciones militares contra objetivos y personas concretas ligadas al poder iraní, como fue el caso del ataque de hace dos semanas en Damasco. Nunca en la historia había tenido lugar un ataque directo de Estado a Estado, además de que Israel no había sido atacado por ninguna entidad estatal desde el año 1991, cuando Saddam Hussein lanzó una serie de misiles contra Israel en el marco de la Guerra del Golfo.

Para profundizar el análisis, invitamos a Fabián Drisun, internacionalista especialista en Medio Oriente, para conversar sobre el tema. Recomendamos enfáticamente escuchar sus palabras y su panorama de la situación regional.

Por otro lado, el equipo de Café Internacional conversó sobre la consideración, por parte del gobierno estadounidense, de levantar los cargos contra el fundador de Wikileaks Julian Assange.

Assange, detenido por agentes británicos en 2019 cuando Lenín Moreno autorizó su detención luego de 7 años de asilo en la embajada ecuatoriana en Londres, enfrenta cargos por 175 años de prisión. El delito fue la desclasificación y difusión de cables diplomáticos que, según Estados Unidos, atentan contra la seguridad nacional del país. Desde la detención, se ha especulado con la extradición de Londres a Estados Unidos. Anthony Albanese, el Primer Ministro australiano, ha pedido que se cierre el caso contra Assange,  quien es ciudadano del país oceánico. Ordoñez y Toffoli pusieron en consideración varios factores que pueden dar algunas pistas sobre esta posibilidad, los cuales giran en torno a la alianza cada vez más estratégica entre Australia y los Estados Unidos, el contexto electoral norteamericano, y el debate sobre la libertad de expresión.

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