MIéRCOLES, 27 DE NOV

Los franceses marcharon por quinta vez para rechazar la reforma jubilatoria propuesta por Macron

La nueva medida de fuerza busca aumentar la presión sobre los legisladores que tienen hasta este viernes para pronunciarse al respecto. Hubo merma en la participación debido a que en el sector de transporte hubo menos complicaciones.

Miles de franceses protestaban este jueves en las principales ciudades del país para rechazar la reforma que eleva la edad jubilatoria impulsada por el Gobierno, en una jornada que registró una menor convocatoria que las cuatro movilizaciones anteriores.

Esta nueva medida de fuerza busca aumentar la presión sobre los legisladores, que tienen hasta este viernes para pronunciarse sobre la reforma.

En el sector transporte, uno de los principales termómetros en las cuatro huelgas previas, hubo menos complicaciones y por la mañana circulaba un 80 % de los trenes de larga distancia, mientras en el metro de París apenas se notaba la movilización, informó el canal de TV FranceInfo.

Este miércoles, Laurent Berger, que lidera la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) pidió que la participación sea amplia, luego que los medios franceses pronosticaban una baja asistencia en plenas vacaciones escolares de invierno en gran parte de Francia.

El Ministerio de Educación, por su parte, también dio cuenta de un menor seguimiento y en las zonas de Francia donde sí ha habido clases la proporción de docentes en huelga cayó a la mitad, por debajo del 8 %.

«Hoy, las cifras importan poco», anticipaba el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martinez, que se conforma con «mantener la movilización» antes de «elevar el tono» en marzo.

El foco está puesto ahora en el 7 de marzo, fecha en la que el ex candidato presidencial Jean-Luc Mélenchon, de La Francia Insumisa (LFI), espera «bloquear todo».

Desde Montpellier, el dirigente de izquierda volvió a criticar una reforma que considera injusta y a un presidente, Emmanuel Macron, al que tacha de «ausente».

LFI retiró cientos de enmiendas sobre una reforma que está en plena tramitación parlamentaria y que contempla, entre otros cambios, elevar de 62 a 64 años la edad de jubilación, eliminar los regímenes especiales para ciertos colectivos y ampliar el plazo de cotización para recibir la pensión máxima.

La mayoría de franceses – un 66 % según los sondeos – rechaza la reforma.

El 31 de enero se registró la mayor manifestación contra una reforma social en tres décadas, con la participación de entre 1,27 y 2,8 millones de personas, según la policía y los organizadores, respectivamente.

Pero el presidente liberal Emmanuel Macron está decidido a continuar, y asegura que su plan evitaría un futuro déficit en la caja de las pensiones y acercaría la edad de jubilación a la de sus vecinos europeos.

Las miradas están puestas en la Asamblea (cámara baja).

Los sindicatos enviaron una carta a los diputados, salvo a los ultraderechistas, para pedirles que rechacen el retraso de la edad de jubilación.

Sin embargo, no es seguro que el texto pueda votarse antes de este viernes, cuando debería pasar al Senado.

El Gobierno eligió un polémico procedimiento que le permite aplicar la reforma a fines de marzo, si las dos cámaras del Parlamento no se pronuncian.

Ante esta situación, la ultraderechista Marine Le Pen anunció una moción de censura para que los diputados contrarios a la reforma puedan expresarse, que no tiene visos de prosperar por el cordón sanitario de la izquierda contra su grupo.

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