SáBADO, 30 DE NOV

La recuperación santafesina en la post pandemia

Una forma de relevar los cambios acaecidos es a través de su población y, en especial, de su mercado laboral. Para ello existen variables económicas que describen comportamientos y conductas relevantes.

Por Cristian A. Modolo*

La velocidad de la recuperación del trabajo santafesino en la post pandemia deja al descubierto una capacidad de resiliencia regional que se destaca por sobre el resto del país. La velocidad y magnitud de la salida lo ubican en el primer lugar del podio nacional. Lo que confirma que el país no termina en la Gral Paz.

La pandemia del COVID 19 fue una experiencia que marcó una época. Santa Fe, a diferencia de Buenos Aires, no padeció los estragos de la fiebre amarilla del siglo XIX ni la gripe española de principios del siglo XX. Por lo tanto, a partir de ahora se agregó, al acervo histórico local, un nuevo desafío que hablará de las cualidades de reconfiguración del territorio y su gente.

Una forma de relevar los cambios acaecidos es a través de su población y, en especial, de su mercado laboral. Para ello existen variables económicas que describen comportamientos y conductas relevantes. Entre ellas se encuentran la Población Económicamente Activa –PEA-, la tasa de actividad y la tasa de desocupación, por citar algunas.

¿Qué implican cada una de ellas?

Para las estadísticas oficiales la PEA está integrada por aquellas personas que tienen una ocupación o que sin tenerla la están buscando activamente. La tasa de actividad se calcula como porcentaje entre la Población Económicamente Activa y la población total del área de estudio, en tanto que la tasa de desocupación es el porcentaje entre la población desocupada (aquella que no trabaja pero busca activamente) y la PEA.

Dichas variables son relevantes para medir los vaivenes de la sociedad, las mismas pueden mostrar cambios y explicar comportamientos económicos. Las limitaciones prácticas de su utilización se hallan en que las mediciones oficiales sólo abordan las áreas urbanas que superan el medio millón de habitantes por lo que en la provincia de Santa Fe se relevan los Aglomerados de la ciudad capital y de Rosario. Adicionalmente se monitorea Villa Constitución junto a la ciudad de San Nicolás.

¿Qué ocurrió en éstos años?

Al analizar la evolución del trabajo en los centros urbanos más importantes en los  años pre y post pandemia se observó que en el primer trimestre del 2022 –último dato disponible- se alcanzó el nivel más elevado de los últimos seis años en cantidad de trabajadores: 850.000 personas en ambos aglomerados! Como punto de comparación en el 2017 había 768.000 trabajadores. En términos porcentuales, durante el período se ocupó, en promedio, el 92% de la Población Económicamente Activa, rango superado por similar período de 2017 en el que se ocupó el 93.3% de la PEA.

Si la comparación es efectuada con el momento más crítico de la cuarentena –segundo semestre del 2020- en el primer trimestre del 2022 trabajaron 91.962 personas más (12% más de puestos de trabajo).

Precisamente, en el siguiente gráfico se advierte que el 2° semestre de 2020 representó el período con menor cantidad de trabajadores empleados del último lustro, situación opuesta al pico de la serie ocurrido hacia inicios del 2022. Esto demuestra un mayor interés por trabajar considerando el nivel de beneficios recibidos -planes, ayudas, AUH, etc.- que complementan y tenderían a no incentivar la búsqueda activa de trabajo en el contexto de la informalidad en que operan los subocupados.

Fuente: Elaboración propia en base a datos del IPEC e INDEC

En otras palabras, las estadísticas de 2022 marcan una diferenciación respecto a las de los cinco años precedentes: tanto en el Aglomerado Gran Rosario como en el Gran Santa Fe aumentó la proporción de la población total dispuesta a trabajar. Dentro de la distinción que históricamente presenta Rosario, en el sentido de una mayor concurrencia relativa al mercado de trabajo, las mejores condiciones sanitarias a partir de la segunda mitad de 2021 fueron acompañadas por este fenómeno.

Puede inferirse, por lo tanto que, las mayores oportunidades laborales se dieron por la profundización del fenómeno de teletrabajo -que posibilita una menor movilidad física de los factores e incorpora potenciales trabajadores que en otras circunstancias no hubieran podido participar-, mayores necesidades de ingresos compatibles con la dinámica inflacionaria y, posiblemente, deseos de realizar actividades que estuvieron seriamente restringidas como consecuencia del aislamiento impuesto por la pandemia.

En este contexto, se advierte la singular recuperación de la ocupación en el Gran Rosario, situación representativa de que las restricciones que afrontaron los trabajadores en la parte más intensa de la pandemia, “golpearon” con mayor intensidad a los rosarinos que a los habitantes de la Capital y su zona de influencia.

Finalmente, y como correlato de lo anterior, la tasa de desocupación tuvo en la provincia un descenso significativo, desde el pico de la pandemia a la recuperación posterior.

Tasa de desocupación   I Semest. de cada año – en %
2017 2020 2022
Gran Rosario 8 12,3 7,9
Gran Santa Fe 3,20 8,6 7,1

Adicionalmente, las tasas registradas podrían trazar una divisoria entre la dinámica laboral de uno y otro aglomerado: pareciera que en la capital provincial la respuesta a una mayor apertura fue más tenue en contraposición a la observada en el Gran Rosario. Esto podría estar influenciado por la necesidad de movilidad que implica cierto trabajo informal (que sería más profundo en el sur de la Provincia), y que sin lugar a dudas “sufrió” las limitaciones propias de un período de las restricciones que implicó el aislamiento obligatorio.

Como corolario, se puede marcar la buena perfomance del mercado laboral en términos de desocupación y la tasa de ocupación, y el “tamaño” del mercado laboral dado por la cantidad de personas que participan en el –PEA- a pesar de la prolífera presencia de planes y ayuda socia  estatal, que bien podrían, como ocurre en otros sitios del país, contraer o desincentivar la presencia de personas dispuesta a trabajar. Esta inferencia, tal vez, constituye una luz de esperanza en un mar de incertidumbre que significa la realidad argentina.

 

* Ex Subsecretario de Hacienda de la Nación y miembro fundador de la Fundación de Estudios Políticos y Estratégicos.

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