MIéRCOLES, 27 DE NOV

Cecilia Carranza Saroli podría participar de un quinto juego olímpico

La rosarina, tras haberle puesto fin a su relación deportiva con Santiago Lange, con quien obtuvo la medalla de oro en Río 2016, afrontará ahora junto a María Sol Branz un nuevo proyecto rumbo a París 2024.

 

La rosarina Cecilia Carranza Saroli afrontará junto a la bonaerense María Sol Branz un nuevo proyecto olímpico rumbo a los Juegos París 2024, que podrían convertirse en los quintos consecutivos de su carrera, tras Beijing 2008, Londres 2012, Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020.

Ganadora de la medalla de oro en Nacra 17 en Río, junto a Santiago Lange, y abanderada de la delegación argentina en Tokio, la rosarina le puso fin a su relación deportiva con el regatista bonaerense y se pasó a la división 49er FX, en la que su compañera fue campeona en los Panamericanos Toronto 2015.

«Desde noviembre empezamos a navegar con Sol Branz y llegamos recientemente de un entrenamiento en Estados Unidos con su seleccionado, que está en el top ten mundial. Nos enganchamos con este nuevo proyecto y ahora haremos dos torneos en Europa para saber si somos capaces de ir a competir en los próximos Juegos», contó en diálogo con Télam.

El primero de ellos será el torneo Princesa Sofía en Mallorca, del 1 al 9 de abril. «Estoy aprendiendo en un barco nuevo y Sol, que era tripulante en su equipo anterior (con Victoria Travascio) ahora será timonel», dijo.

Consultada sobre las diferencias sobre su división actual y la anterior, Carranza Saroli explicó: «La 49er FX es doble femenina y no mixta. Tiene un barco skiff, que es muy inestable porque en el fondo termina en V, entonces hace que todo el tiempo haya que estar balanceándolo».

«El barco es rápido, planea, pero no vuela como el Nacra, que es un catamarán de dos cascos, bien ancho», diferenció.

Concluida su etapa en Nacra 17, Carranza Saroli admitió que en Tokio 2020 no consiguió los resultados esperados: «Nos preparamos junto a Santiago para buscar una medalla y claramente esa semana no pudimos rendir al ciento por ciento».

«Fue muy triste porque cuando lo dejás todo y te sentís capaz de lograr un objetivo es muy duro no poder alcanzarlo, pero como deportista que soy, hay que pasar la página», agregó en relación a la experiencia en la capital de Japón, donde se clasificó séptima.

La argentina afrontó el año pasado su cuarta experiencia olímpica, segunda en la clase Nacra 17 que la coronó en Río de Janeiro. Las dos anteriores fueron en la división Laser radial en Beijing 2008 (12ma.) y Londres 2012 (21ra.).

En esa categoría, la Láser radial, la rosarina fue tres veces campeona sudamericana (Juegos de Buenos Aires 2006, Medellín 2010 y Santiago 2014) y otra a nivel panamericano (Guadalajara 2011).

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